Fundación Secretos para contar | Épocas de siembra

Épocas de siembra

Desde tiempos inmemoriales se sabe que existen épocas del año que son óptimas para sembrar, casi siempre determinadas por la Luna. Sin embargo, algunas plantas, como el maíz o el frijol, es mejor sembrarlas en invierno para que en su momento de mayor crecimiento aprovechen las lluvias y lleguen al verano listas para terminar con su ciclo de vida

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A la hora de sembrar, es muy importante tener en cuenta las fases de la Luna y su influencia sobre el crecimiento de los cultivos.

La Luna atrae a todos los cuerpos de agua de la Tierra, desde los grandes océanos hasta la sangre de nuestros cuerpos y la savia de las plantas que sube y baja por los tallos e influye en su germinación y crecimiento. Este astro tarda aproximadamente 28 días en repetir sus fases, luego de los cuales vuelve a comenzar el ciclo, ejerciendo influencia sobre cada gota de agua que hay en la Tierra.

En luna creciente la savia de las plantas comienza a subir hacia los tallos y ramas de las plantas. Es un buen momento para hacer injertos y trasplantes, también para realizar podas y recoger semillas, mejor si es por las mañanas y en tiempo seco.

En luna llena la savia se acumula en las ramas, hojas, flores y frutos, por lo que es un buen momento para cosechar verduras y frutas jugosas. No se debe cortar madera en esta fase.

En luna menguante la savia comienza a bajar por las ramas y tallos, por lo que se recomienda hacer las siembras de semillas o esquejes, preparar las eras, recolectar semillas para las próximas siembras, cosechar raíces y tubérculos. Es el momento ideal para cosechar las plantas aromáticas, pues tienen los aceites esenciales más concentrados en sus hojas. Esta época es la más recomendada para hacer limpieza de árboles, ya que hay una rápida y mejor cicatrización. También es el momento más apropiado para podar y cosechar la guadua.

La mejor hora para realizar las tareas del campo es antes de las 9:00 a.m. o después de las 4:00 p.m.

En luna nueva la savia se concentra en las raíces. Durante esta fase se recomienda evitar las tareas de siembra. Se pueden realizar labores de mantenimiento y cuidado de los cultivos, podas de formación y aplicación de abonos líquidos.