Símbolo de la fidelidad en el amor, el cisne es uno de los animales que elige una sola pareja para toda la vida. A pesar de viajar grandes distancias y de separarse por largos períodos de tiempo, vuelven a encontrarse para estar juntos otra vez, construir su nido e incubar sus huevos. El nido lo construyen juntos, con plantas y cerca del agua. Dentro del nido, los padres colocan algunas de sus plumas para hacer una cuna confortable para sus polluelos.
Las guacamayas tienen la misma pareja toda su vida. Todo lo hacen juntos: volar, comer, jugar, beber agua, asearse el uno al otro y mimarse. Es tanta su complicidad que solo se separan cuando uno de los dos busca comida, mientras el otro incuba los huevos o cuida a los polluelos.
Cuando el macho corteja a su pareja mueve las patas, menea la cabeza, dilata las pupilas y “alborota” las plumas de su cabeza.