Un dolor de barriga puede no ser nada o puede ser mucho, y hay algunas claves que nos ayudan a diferenciarlos. Sobre todo, porque en algunos casos como en los de la apendicitis y la peritonitis, se necesita cirugía urgente.
· Un dolor de estómago intenso que aparece de un momento a otro.
· Un dolor moderado acompañado de fiebre alta o, al revés, piel muy fría y escalofríos; confusión mental, mareos, latidos del corazón (pulso) muy acelerados. Asimismo, si el dolor está ubicado en las siguientes partes del abdomen:
1. Al tocar con fuerza en un lado del estómago, duele al otro lado.
2. Al apretar el abdomen, duele más al soltar la presión que al hacerla.
3. Al apretar por debajo de las costillas del lado derecho, la persona deja de respirar porque le duele mucho.
4. Al estirar o girar la pierna se produce un dolor intenso en el abdomen.
No debemos tomar ni dar pastillas para quitar el dolor de estómago porque pueden tapar los síntomas que nos indican la necesidad de ir al hospital.
Podemos usar una bolsa de agua caliente y alguna bebida casera (manzanilla o curíbano en infusión). Si el dolor no disminuye en el tiempo y, por el contrario, aumenta, debemos consultar por urgencias, ya que puede estar empezando una enfermedad grave y es importante que la persona sea observada en un hospital o centro de salud.
Existe un grupo de pacientes con mayor riesgo que otros en caso de un dolor abdominal: pacientes con enfermedades crónicas como diabetes, VIH, cirrosis, cáncer, etc., siempre deben ser atendidos en el centro de salud.
También debemos llevar a urgencias a niños en edad escolar con dolor abdominal que aumenta en el tiempo y muchas veces se acompaña de pérdida del apetito y del deseo de jugar, o tienen fiebre o vómito.
Ante cualquier dolor similar a los de las siguientes cuatro imágenes, debemos acudir inmediatamente al servicio de urgencias.