Hace 13.800 millones de años, en una minúscula fracción de segundo, el universo pasó de ser un punto caliente y denso de pura energía a un espacio lleno de partículas fundamentales que con el tiempo se enfriaron y dieron origen a los primeros átomos y, con ellos, a todo lo que conocemos hoy: desde moléculas hasta estrellas, nubes de gas y polvo, y enormes galaxias. El Big Bang no fue una explosión, aunque traduzca Gran Explosión. Fue una expansión del espacio hacia todas las direcciones. Los astrónomos hablan de la expansión del universo y al momento en el que empezó ese proceso lo llaman Big Bang. Esta teoría, aceptada por los científicos, explica el proceso de materialización del universo. No se sabe qué ocurrió antes, pero los astrónomos buscaron en el cielo “fósiles” o reliquias del inicio del universo. En 1964, dos científicos, por accidente, detectaron esos “fósiles” o semillas de las galaxias, y la llamaron la Radiación Cósmica de Fondo.