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¿Has salido a caminar al monte luego de un aguacero? Aunque ya no llueva, tus pantalones se van empapando de abajo hacia arriba. ¿Cómo pasó? De la misma manera que las raíces de las plantas absorben agua y nutrientes del suelo, para luego enviarlas hasta los tallos y las hojas por capilares, tubitos parecidos a los del cuerpo humano, por los que viaja la sangre.
Hagamos dos experimentos sencillos para comprobar la absorción del agua por capilaridad, un proceso fundamental para la vida.
Necesitas:
5 palillos de dientes
Un gotero
Agua
Dos vasos (uno con agua)
Una hoja de papel absorbente (o servilleta)
1. Toma los palillos de dientes y dóblalos por la mitad como si los fueras a quebrar, pero evitando que se separen las partes.
2. Cuando hayas doblado los 5 palillos, ponlos en una mesa de tal manera que los extremos casi partidos coincidan.
¿Cómo harías para que se formara sola una estrella sin tocar los palillos? Agrega gotas de agua lentamente en el centro y observa lo que sucede: el agua se pega y entra por los poros de la madera de los palillos empapándolos.
1. Llena uno de los dos vasos con agua y el otro déjalo vacío.
2. Con un trozo de papel absorbente enrollado, construye lo que ves en el dibujo.
3. Espera un par de minutos y observa. ¿Qué sucede? ¿Por qué?
Los líquidos tienen una propiedad que les permite subir por las paredes de un tubo: es la capilaridad. Mientras más delgado sea el tubo, más evidente será el ascenso del agua.
Aquí utilizamos materiales porosos (palillos y servilleta). El agua se pega a las paredes de sus poros y sube inundando la servilleta y los palillos. Si en lugar de servilletas usamos plástico, no veríamos lo mismo, porque no es poroso.
