Echamos sal a este experimento fascinante para que descubras que el agua se evapora.
1 En el agua caliente de cada pocillo disuelve dos cucharadas grandes de sal.
2 Sumerge un extremo del hilo en el primer pocillo y el otro extremo en el segundo pocillo.
3 Pon un plato entre dos pocillos. Deja todo en un sitio cerrado, donde se sienta caliente, y espera hasta el otro día.
Al otro día podrás observar sal pegada en el hilo. El agua salada impregnó el hilo y luego se evaporó, se fue, dejando solo la sal que ves pegada.