Comprueba con una tirita de papel y una vela que el calor logra mucho más que calentarte.
1. Recorta una culebrita de papel y, si quieres, píntala de varios colores.
2. Pégale con cinta un pedazo de hilo en una de las puntas.
3. Tómala por el hilo y acércala cuidadosamente al calor de la llama. Verás que empieza a moverse. Aléjala del calor y verás que se queda quieta.
¿Has visto que el humo siempre sube? Es que el aire caliente sube, lo que no ocurre con el aire frío. Al subir el aire, la serpiente se mueve. Esto se conoce como corriente de convección. La misma que hace subir a los gallinazos sin aletear. Encuentra más sobre este tema en el capítulo 5 del libro.