Otro elemento químico fundamental para la vida es el nitrógeno, que a diferencia de la mayoría de los minerales no proviene del suelo, sino de la atmósfera, donde se encuentra en grandes cantidades (un 79 % de la atmósfera de nuestro planeta está compuesta por nitrógeno). El nitrógeno de la atmósfera puede regresar al suelo gracias a la acción de las lluvias, la descomposición de plantas, los excrementos de animales, al igual que por la acción de bacterias y hongos que se unen a las raíces de algunas plantas como las leguminosas, para que quede disponible en el suelo.