Desde hace miles de años, los hombres han utilizado un material tan elemental como el barro para hacer toda clase de objetos, desde vasijas y ollas, hasta objetos decorativos. Conviértase usted mismo en alfarero.
1. Busque tierra con características arcillosas y textura pegajosa.
2. Extráigala de la tierra, póngala en una tinaja y revuelva con agua hasta disolverla.
3. Vierta, a través de un colador, la tierra disuelta a una pileta.
4. Deje que el agua se evapore y la arcilla se pueda recoger.
5. Recoja y deje secar un poco.
6. Envuelva en un plástico para guardarla.