Es una planta que se cultiva en zonas templadas.
Muchas comunidades de Nariño y Putumayo viven de trabajarla.
Corte con un machete los cogollos de la planta (hojas jóvenes antes de abrirse). Luego abra suavemente con las manos, rasgue las fibras y enrolle en manojos.
Cocine el manojo de fibras en agua y a fuego lento durante dos o tres horas.
Enjuague la fibra con agua limpia durante toda la noche y luego seque al sol.
Para teñir las fibras, si lo desea, remoje la fibra en blanqueador durante unas horas y deje secar al sol y al aire por dos o tres días.
Si quiere obtener fibras resistentes, rígidas y durables, extraiga del pecíolo (parte que une la hoja y el tallo), y sométalo al mismo proceso.
Además de dar frutos deliciosos y alimenticios, el plátano también esconde en sus hojas y vástagos un buen manojo de fibras que sirven para tejer.
Recoja las hojas que la planta desecha cada 20 días, o, cuando coseche, extraiga los filamentos del tallo verde.
Limpie con agua las hojas y los filamentos, enjuague bien y seque al sol.
Haga rollos muy apretados de medio centímetro de ancho, retuerza y utilícelos para hacer canastos, tapetes o muebles.