Los enjuagues que se hacen después del lavado le aportan nutrientes al pelo, normalizan la producción de grasa y mejoran la irrigación sanguínea del cuero cabelludo. Es recomendable hacerlos con menta, caléndula, ortiga, tila, con cola de caballo o con vinagre de cidra.
Hierva dos tazas de agua y añada hojas de salvia durante unos minutos.
Retire del fuego, deje enfriar y agregue una cucharada de aguardiente.
Aplique la mezcla después de lavar el pelo. Sirve para ocultar las canas.
Hierva un litro de agua con dos puñados de hojas frescas por unos minutos.
Retire del fuego, deje enfriar para usar después de lavar el pelo. Sirve para evitar la caída del pelo y fortificarlo.
Hierva dos tazas de agua y agregue dos tazas de pétalos de flor de caléndula.
Retire del fuego, deje enfriar y cuele el líquido para usar después de lavar el pelo. Sirve para resaltar el color del pelo.
Ponga en una coca medio pocillo de flores de saúco y triture ligeramente. Vierta sobre ellas, dos tazas de agua hirviendo, remueva y deje reposar por dos horas.
Cuele la mezcla y aplique el agua sobre el pelo. Sirve para aclarar los cabellos grises y dar brillo.