Es una cordillera situada en el occidente de Asia. Se extiende por los países de India, Nepal, Tibet, Pakistán y Bután. Es la cordillera más alta de la Tierra con 14 cimas de 8.000 metros de altura, siendo el Everest, con 8.848 metros, el pico más alto del planeta.
Los butanenses viven en las ‘tierras del Dragón de Trueno’. Se les llama así por las violentas tormentas que truenan desde las cumbres del Himalaya. El nepalés es otro de los pueblos de este techo del mundo. El paisaje en el Himalaya es incoloro, sopla un fuerte viento helado y cargado de arena. En enero, la temperatura baja hasta los 30 grados bajo cero. La vegetación a duras penas logra desarrollarse. La planta más alta escasamente llega a los 30 centímetros. Es una de las regiones más aisladas del planeta. En invierno, la nieve, el hielo y los frecuentes deslizamientos por las pronunciadas pendientes hacen intransitables las vías. En verano, son las avalanchas de nieve derretida, que por los ríos baja y sorprende a los caminantes. Por estos difíciles caminos, la única forma de andar es a pie o sobre el lomo de un yak, especie de buey. Sólo los vehículos de tracción animal son capaces de recorrer los senderos en cualquier época del año.
En estas altas llanuras impera la tradicional agricultura de subsistencia. Las parcelas cultivables se concentran en los valles de los ríos. Crece cebada, trigo, alforfón –grano parecido al trigo–, centeno, papas, hortalizas y frutas y, a menor escala, algodón, soya y cáñamo. En las llanuras más bajas, en terrazas construidas con terraplenes de hasta 6 metros de altura, siembran trigo, mijo, mostaza y ajíes. Crían ovejas, cabras, ganado vacuno, yaks, camellos, caballos y burros. En estas empinadas montañas, corretean ovejas y cabras salvajes. Las cabras alcanzan hasta un metro de altura; dan leche, de la que se saca queso y yogur. La oveja azul es la más apreciada de las ovejas salvajes; sus cuernos de anillos forman un espiral de hasta 2,8 metros.
El yak, especie de buey de las altas montañas de Asia Central, se encuentra en estado salvaje o domesticado. El yak salvaje es un animal robusto, cubierto por un pelaje castaño, largo y espeso. Los machos pueden medir más de 2 metros a la altura de la cruz y pesar hasta una tonelada. Tienen una joroba encima de los hombros. Los cuernos, muy largos, le crecen hacia afuera y hacia arriba. El yak doméstico es más pequeño, porque ha sido cruzado con ganado vacuno. Resisten pesadas cargas, su leche es muy nutritiva y de ella hacen quesos y mantequilla. La carne de yak se come seca o cocinada. Del pelo se fabrican cuerdas, se confeccionan mantas y piezas de ropa; con el cuero se elaboran diversos artículos de uso doméstico. Todavía quedan algunos grupos de yaks salvajes en altitudes cercanas a los 4.270 metros.
El camello bactriano es el que vive en estas regiones frías y rocosas. Es más pequeño que el del desierto y tiene una constitución más robusta. Sus pezuñas son más sólidas y hendidas, y su lana más fina y larga. Este camello tiene una gran resistencia; es capaz de soportar sin alteraciones los rigores climáticos de la meseta del Tibet, donde en verano la temperatura puede subir a 60 grados centígrados y descender a temperaturas bajo cero durante el invierno. Carga hasta 450 kilos y, aunque camina a sólo 4 kilómetros por hora, cubre distancias de 50 kilómetros en un solo día. Su carne y su leche se usan como alimento, y el cuero se emplea para la fabricación de artículos de piel. El pelo, que cambia cada verano, también es aprovechado para la confección de ropas, cuerdas y pinceles.
Los tibetanos son grandes jinetes y, para demostrarlo, realizan torneos para exhibir su habilidad, consistente en acertar alternativamente tiros de flecha y mosquete mientras galopan velozmente. El yak tibetano y las llamas de los Andes peruanos viven entre los 4.000 y los 6.000 metros.
En el Tibet, hay dos tipos de matrimonio: en uno todos los hermanos se casan con la esposa del hermano mayor, que hace las veces de ‘padre social’ de todos los hijos de la mujer. En el otro, la mujer escoge diferentes hombres –pueden ser o no hermanos entre ellos– y contrae matrimonio con todos ellos. El padre de todos los hijos es el primer esposo, así se mantienen los patrimonios familiares. Previo a la boda, se fija el precio de la novia; lo paga el novio, o los novios, a la familia de la novia en animales, telas, utensilios domésticos o dinero. Antes, los novios más pobres a menudo tenían que pagar con años de trabajo en beneficio de sus suegros.
Namaste es el saludo tradicional en Nepal. Se colocan las manos con las palmas juntas y con los dedos hacia arriba, delante del pecho o del mentón y se dice: “namaste”. En situaciones informales, se puede levantar la mano derecha en un gesto al que llaman salaam; que se utiliza, tanto para saludar como para despedirse. La sopa de arroz con lentejas y el curry vegetal suelen ser los platos principales en las áreas urbanas.
El mijo, el maíz y el arroz son los alimentos básicos para la mayoría de los nepaleses. El roti -pan plano- lo hacen de diferentes granos; el trigo es el preferido. Los habitantes de las colinas comen dhedo, especie de arepuelas hechas de maíz, mijo o trigo.