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Agua potable

Agua potable

El agua en la casa

Usamos el agua que llega a nuestra casa para lavar, cocinar, bañarnos, vaciar el inodoro y para beber. Esta agua proviene de pozos, quebradas, acueductos o de la recolección de agua lluvia, y luego la retornamos al ambiente. A continuación veremos varios ejemplos de cómo darle un buen uso dentro y fuera de la casa.

Cuando el agua que llega a nuestros hogares no tiene tratamientos de purificación, podemos limpiarla de maneras sencillas y así tener agua limpia que podemos consumir con tranquilidad.

A continuación encontraremos varios métodos de purificación de agua en el hogar.

Hervir

La manera más sencilla de potabilizar el agua que llega a nuestra casa es hervirla. Para que el agua quede limpia, es necesario que hierva de cinco a diez minutos. Si se hierve con la olla tapada, se evapora menos agua.

Luego se deja reposar y se airea para que adquiera buen sabor, pasándola de un recipiente a otro varias veces.

Filtro de agua casero

Como primera medida, debemos hacer capas con material limpio o lavado, en una caneca de 200 litros, de la siguiente manera:

De abajo hacia arriba: 25 cm de piedras grandes (40 %), 12,5 cm (20 %) de piedras pequeñas, 3 cm (5 %) de carbón desmenuzado, 3 cm (5 %) de gravilla, 3 cm (5 %) de arena fina, 3 cm (5 %) de gravilla y 12,5 cm (20 %) de piedras pequeñas.

Esta agua filtrada ahora está más limpia, pero es necesario hervirla antes de su consumo y almacenamiento en canecas o tanques que estén limpios, tapados y en constante movimiento. No debe almacenarse por mucho tiempo porque se descompone.

Este filtro puede hacerse con canecas o recipientes más pequeños. Se utilizan los mismos materiales y proporciones.

Semillas de moringa

Otra forma fácil de potabilizar el agua es con semillas de moringa, un árbol que crece en climas cálidos y templados. Sus hojas son un gran alimento y sus semillas se usan para potabilizar el agua.

Triture dos cucharadas de semillas de moringa y mézclelas con un poco de agua limpia hasta formar una pasta. Ponga la pasta en una botella, agregue una taza de agua y agite por 5 minutos. Filtre esta mezcla con un lienzo de algodón y diluya el líquido resultante en 5 litros del agua que quiera purificar. Revuelva por 20 minutos y deje reposar durante una hora. En el fondo del balde queda el sedimento que no podemos consumir, pero el agua de encima, sin los sedimentos, es potable y está lista para el consumo.

 

Cuidar el agua en la casa

A continuación, algunas ideas para cuidar el agua que usamos en la casa:

En el tanque de los sanitarios podemos poner piedras o botellas llenas de agua para reducir la cantidad de líquido empleada en cada vaciada. Puede calcular el agua mínima necesaria para que el sanitario suelte por completo.

Cerrar la llave de la ducha mientras nos enjabonamos, y la del lavamanos mientras nos lavamos los dientes o nos afeitamos, ahorra hasta 12 litros de agua al día.

Lavar los platos o las hortalizas dentro de una ponchera ahorra hasta 50 litros de agua en cada lavada. Esta agua se puede emplear para vaciar los baños o lavar los pisos.

Poner un balde en la ducha, debajo del chorro, permite recoger varios litros de agua en cada baño, con los cuales se pueden vaciar los baños o limpiar los pisos de la casa.

Revisar constantemente todas las llaves, conexiones y tuberías de la casa para comprobar que no tengan pérdidas por goteo.

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