Los nietos pueden mejorar sus prácticas si ponen al día todas las herencias que les dejan sus abuelos. Un tejedor anciano aprieta más duro el nudo, un cestero viejo le sabe el genio al que o a la iraca. Con los años, una joyera sabe cómo es la filigrana, y una yerbatera de toda la vida conoce a fondo los secretos de las plantas.
La generosidad
Para que un negocio se mantenga vivo es necesario que quienes lo saben hacer sean generosos con su conocimiento y lo enseñen a los más jóvenes. Este proceso es acumulativo: los padres reciben el conocimiento de los mayores, le ponen su propio sello, luego se lo entregan a las siguientes generaciones, que a su vez lo enriquecen.
El ahorro
Quien ahorra un poco de lo que gana todos los meses tendrá un capital que le dará tranquilidad en los momentos de crisis o la posibilidad de agrandar el negocio. Ahorrar es una rutina que con el tiempo se vuelve rentable.
Ser recursivo
Los empresarios obtienen mejores resultados si reaccionan de manera creativa ante sus problemas. Por eso, si es demorado un proceso, inventan otro más rápido. Si
los clientes están muy lejos, buscan la manera de ir a su encuentro.
Si la materia prima es muy costosa, encuentran otra que la pueda reemplazar. Esa virtud tan necesaria se llama recursividad.
Jefe de sí mismo
Quien decide tener su propio negocio se hace jefe de sí mismo. Esto le exige tener autonomía y disciplina. Autonomía para tomar sus propias decisiones y plantearse sus metas; y disciplina para poderlas cumplir.
Cuide su dinero
Cuando vaya a solicitar un crédito verifique que la entidad o corporación que le hace el préstamo sea seria y responsable.
Fíjese bien a cómo están los intereses del mercado y compárelos con lo que le ofrecen. Tenga en cuenta que el préstamo que haga sea para invertirlo en su negocio y no para pagar las cuentas personales del día a día.
Realizar un sueño
Después de que una idea se ha instalado en la cabeza hay que pasar a la acción. Esa es la iniciativa: buscar que los sueños dejen de ser ideas vagas y se hagan realidad.
Busque ayuda
Cuando quiera montar un negocio o crecer el que ya tiene, busque una persona con experiencia que lo pueda aconsejar. Acuda a ella, que un consejo en buen momento puede abrirle posibilidades y ahorrarle muchos pasos.
Un buen trabajo
Vender la primera vez no es difícil. Lo difícil es hacer que las personas vuelvan a comprar.
Esto es posible cuando se cumple la palabra y se entrega un buen trabajo. Un cliente satisfecho regresa nuevamente a comprar o a solicitar el mismo servicio si siente que recibió un trato especial.
Buenas relaciones
Día a día, los empresarios se relacionan con sus empleados, con los proveedores, con los clientes, con las entidades del Estado, con los competidores y con los bancos. Si llevan cada una de estas relaciones con honradez y transparencia, habrán construido, al cabo de los años, su mayor capital: las buenas relaciones.