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Alimentación para adultos

Alimentación para adultos

¿Qué quiere decir alimentarse conscientemente?

Ya lo dijimos también: es poner toda la atención al momento de comer y a lo que vamos a comer. ¡Es hacer de la alimentación una celebración! Al alimentarnos conscientemente, damos a nuestro cuerpo lo que necesita para sustentar la vida.

Hipócrates, el padre de la medicina, decía sabiamente: “Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina tu alimento”. ¿Qué quiere decir esto? Es muy simple: somos lo que comemos. Comer es incorporar, es consumir el alimento que sostiene la vida.

Entonces, ¿qué ponemos en nuestro cuerpo cuando comemos?, ¿cómo fueron producidos esos alimentos? y ¿qué hacemos con lo que comemos? Depende enteramente de nosotros…

Alimentarse bien es una herramienta muy poderosa: es capaz de modificar los genes y de reducir la inflamación y los procesos dañinos para el cuerpo. Comer bien siempre será un acto de respeto y amor hacia el cuerpo.

Entonces, la alimentación es indiscutiblemente uno de los hábitos vitales: de ella depende nuestra calidad de vida.

Come balanceado. Trata de no comer solo: la comida es una bonita excusa para compartir la vida. Come lo justo, para no quedar con hambre ni muy lleno; come más frutas y verduras de varios colores; no te excedas en el consumo de harinas, azúcares y fritos (gaseosas, galletas, dulces y mecato); no reutilices el aceite para fritar: así se vuelve nocivo; toma abundante agua y come liviano en la noche para mejorar la digestión; y bríndale a tu cuerpo los alimentos indicados según tu estado de salud, edad, género (hombre, mujer), la actividad física que desarrollas, el tipo de ocupación laboral, entre otras características.

 

Si piensas quedar embarazada o ya lo estás…

Sigue estas recomendaciones nutricionales:

· Come alimentos ricos en calcio, fósforo, vitamina C y vitamina D: lentejas, garbanzos, plátano, brócoli, zanahoria, huevos, cítricos, leche, aguacate, pescado, entre otros; esto reduce el riesgo de que tu hijo nazca con labio leporino o paladar hendido, y otros problemas.

· No tomes antibióticos. Algunos, como la tetraciclina, pueden afectar la formación de los dientes del bebé y otros pueden afectar su salud.

· No fumes ni consumas licor o drogas para que tengas un embarazo saludable y el bebé logre un desarrollo adecuado.

· Si padeces enfermedades como diabetes, epilepsia u otro mal crónico, busca orientación específica del médico o equipo de salud para el manejo de los medicamentos, ya que algunos pueden afectar la formación del bebé.

 

Si el bebé nace con labio y paladar hendido, o
alguna otra enfermedad, desde el primer
momento es clave iniciar el tratamiento con
profesionales expertos para mejorar su condición
y lograr una mejor calidad de vida.

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