El perezoso es un animal lento e indefenso que habita en las copas de los árboles. Tiene una dieta pobre en nutrientes que complementa con unas algas que crecen en su pelo y que además les ayudan a camuflarse ante los depredadores. Sobre el pelo del perezoso también viven unas polillas que abonan las algas con sus excrementos. El perezoso baja una vez a la semana al suelo para defecar, lo que beneficia a las polillas, porque ellas solo ponen sus huevos en el excremento del perezoso. De esta manera, perezoso, polillas y algas obtienen un beneficio.
El pájaro indicador sabe dónde están los panales de abejas, pero no tiene fuerzas para romperlos y alcanzar la miel. Entonces llama la atención del tejón y lo guía hasta el panal para que lo rompa con sus garras. El pájaro indicador espera pacientemente para comer la miel que deja su compañero el tejón.
En muchas partes de África los humanos que buscan miel silvestre también son guiados hasta las colmenas por los pájaros indicadores.
El sirirí bueyero se posa encima de la vaca y allí devora insectos y garrapatas que encuentra en su pelo y hasta dentro de sus orejas. Así, la vaca se beneficia quitándose animales molestos del cuerpo y el sirirí bueyero obtiene su alimento.