Es fundamental que nos pongamos de acuerdo con nuestros vecinos y las autoridades ambientales para que entre todos protejamos los bosques de la región y formemos corredores de vida mediante la siembra de árboles nativos, cercas vivas y sistemas de producción ecológica. De esta manera se crearán conexiones entre los diferentes fragmentos de bosques para que los animales silvestres puedan viajar de un lugar a otro, se aumenten las posibilidades de conservación y se amplíen los beneficios que nos dan los bosques a todos los seres que habitamos en la Tierra. Mientras más conservado y conectado esté un bosque con otros bosques, más especies diferentes podrán vivir en ellos. El oso de anteojos, el jaguar y las guaguas, son algunas de las especies nativas que nos indican la calidad de estos tesoros naturales que debemos conservar por el bienestar de todos.
La agricultura y la ganadería responsables, que protegen los bosques y sus aguas, forman conexiones que aseguran el tránsito de diferentes especies, y de paso, la supervivencia de la humanidad.
A continuación, algunos datos sobre estas tres especies.
Tremarctos ornatus. Familia: Tremarctinae
Este majestuoso animal, pariente del oso panda, es el mamífero más grande y la única especie de oso de los Andes. De color negro o café oscuro, posee manchas blancas que cubren sus ojos y bajan hasta el cuello. Le gustan el día, la soledad y trepar a los árboles para conseguir alimento y descansar.
Se alimenta principalmente de vegetales, como bromelias, frutos, bulbos, raíces, cortezas y hojas, por lo que es un gran polinizador y dispersor de semillas, procesos claves para la regeneración de los bosques y los páramos. También se alimenta de roedores, reptiles, insectos y peces, y ayuda a controlar sus poblaciones.
Cuando los osos de anteojos buscan su alimento, modifican y renuevan el paisaje, lo que los convierte en los principales jardineros de los bosques y protectores de las aguas.
El oso de anteojos u oso andino ha sido un animal sagrado para muchas culturas originarias. Es inofensivo para los humanos a menos que se sienta en peligro, por lo cual, aprender a convivir en armonía con él, nos traerá beneficios invaluables a todos los seres que habitamos este planeta azul.
Panthera onca. Familia: Felidae
El jaguar es el felino más grande de América y ha sido un animal sagrado para los habitantes de las selvas tropicales. Su pelaje amarillo con manchas negras le ayuda a camuflarse.
Sus agudos sentidos de la vista y el oído y las altas velocidades que alcanza, le permiten acceder a una dieta muy variada de diversos animales de la selva, como venados, armadillos, pecaríes, chigüiros, osos hormigueros, guaguas, zarigüeyas, tortugas, babillas, iguanas, cusumbos, serpientes, aves, tapires y peces. Esto lo convierte en controlador natural de estas poblaciones.
El “Corredor del jaguar”es una iniciativa internacional que busca conectar los bosques de más de 13 países en donde habita esta maravillosa y mágica especie, para asegurar que pueda desplazarse por el territorio, alimentarse, reproducirse y vivir.
Es una especie muy sensible a los deterioros del ambiente, pues todo a su alrededor está finamente conectado, por lo tanto, si hay presencia de jaguares, quiere decir que el lugar es saludable.
Cuniculus spp. Familia: Cuniculidae
Nombres comunes: guagua, borugo, tinajo, guartinajo o lapa.
La guagua es un roedor de vida nocturna, que durante el día permanece en su madriguera. Existen dos especies que se distribuyen por gran parte del territorio colombiano: una habita en climas cálidos y templados (Cuniculus paca), y la otra en climas fríos (Cuniculus taczanowskii).
Ayuda a dispersar semillas de diversas especies por sus hábitos de alimentación, con lo cual promueve la regeneración natural y la formación de nuevos bosques. Además, se alimenta de raíces, retoños, frutos y hojas, y ayuda al control de algunas especies vegetales.
Su presencia indica una buena calidad de los bosques y del agua.