Todos los seres humanos hemos recibido dos regalos especiales por el solo hecho de existir: el primero de ellos es la vida, el segundo es la consciencia. La consciencia es el conocimiento que tenemos de nosotros mismos y de nuestro entorno. Nosotros, los seres humanos, somos la expresión más consciente de la vida. Tener un mayor entendimiento nos da unas oportunidades maravillosas, pero también nos impone unas responsabilidades mayores por nuestra capacidad de decidir.
Al hablar del milagro de la vida, queremos que te detengas a pensar durante un minuto en todo lo que tuvo que suceder para que tus ancestros se fueran encontrando hasta llegar a ti como su descendiente. Para haber nacido, cualquiera de nosotros necesitó:
Solamente entre las 11 últimas generaciones, fueron necesarios 4094 ancestros para que estemos aquí hoy… (Nuestros decabuelos debieron haber existido en el siglo XV, a mediados de 1600). En realidad, estamos en deuda con un gran número de personas. Y no solo por haber nacido, sino también por tener la ciencia, la medicina, el arte, y todos los saberes de las sociedades humanas.
Tu cuerpo está formado por 30 millones de millones de células (30.000.000.000.000) que trabajan en armonía día y noche, sin descanso, para que tú seas tú, para que puedas vivir la vida. Y todo eso ha venido ocurriendo hasta el día de hoy, cuando tú y yo estamos leyendo este libro. Nuestra vida, como has visto, no es solo un milagro: es también una serie de coincidencias que nos han traído hasta acá.
Albert Einstein, el famoso físico alemán, dijo una frase muy bonita que nos muestra dos caminos: “Hay dos formas de ver la vida: una es creer que no existen milagros, la otra es creer que todo es un milagro”. Te invitamos a que mires a tu alrededor. El milagro aparece cuando puedes detenerte un momento a observar profundamente. Así podrás maravillarte con todo lo que te rodea: una diminuta araña que hace una telaraña impecable, la perfección de una flor, el vuelo afanado de una abeja, la lluvia que cae del cielo, el latido rítmico de tu corazón.
Necesidades básicas de supervivencia: Todos los seres vivos necesitan ciertas condiciones para sobrevivir. En el reino animal, por ejemplo, las más importantes son comer, beber, descansar, realizar actividad y recibir protección.
Necesidades psicológicas: Seguridad emocional, necesidad de amor y afecto, de autorrealización y dirección, de aprender y de pertenecer.
Necesidades sociales: Reconocimiento, aprobación, estima, compañía, comunicación y solidaridad, trabajo.
Vida interior: Necesidades espirituales.