El Sol es una estrella, la más cercana a la Tierra y la única de nuestro sistema planetario, llamado sistema solar. El Sol, como las otras estrellas, es un horno cósmico que cocina en su interior hidrógeno y helio, convirtiéndolos en la luz y la energía que viajan hasta los confines de esta familia planetaria.
Ilustración: María Luisa Isaza
El Sol nació hace 5.000 millones de años. Es una estrella joven que tiene mucho combustible por consumir. Dentro de unos 4.000 millones de años se enfriará volviéndose roja, aumentando su tamaño y cambiando la estructura de nuestro sistema solar. Dicen los investigadores que se expandirá y terminará absorbiendo a Mercurio, Venus y, posiblemente, a la Tierra. Y que después de algún tiempo se convertirá en un cadáver llamado enana blanca.
La Tierra se formó del polvo y de las rocas que quedaron en el espacio después del nacimiento de esa estrella que es el Sol. Por eso dicen que estamos hechos de polvo de estrellas.
La energía por metro cuadrado que llega a la Tierra desde el Sol en dos segundos es suficiente para mantener una nevera funcionando por una hora.
Si el Sol se apagara como un bombillo y dejara de brillar, solo podríamos ver una hermosa noche estrellada. Pero su luz nos permite ver la naturaleza, los colores y llamativos fenómenos celestes como los arcoíris y los halos solares. El arcoíris se forma cuando los rayos del Sol pasan por los cristales de hielo y agua en la atmósfera. Estos cristales y gotas de agua dividen la luz blanca en los siete colores que la componen, dejándonos ver el arcoíris.
Los halos solares son anillos alrededor del Sol. También ocurren alrededor de la Luna. Según un dicho popular, “halo en el Sol, lluvia un montón; halo en la Luna, lluvia ninguna”.
Ilustración: María Luisa Isaza
Vemos salir el Sol por el Oriente y esconderse por el Occidente. En Colombia, la duración del día es la misma casi todo el año, mientras que, en los polos o extremos de la Tierra durante seis meses es de día y no se oculta el Sol, y durante seis meses es de noche. En Colombia, en ciertas épocas del año amanece un poco más temprano y en otras más tarde. Si hacemos seguimiento a la salida del Sol, podemos ver variaciones. El 21 de junio el Sol sale más temprano y se demora unos minutos más en esconderse. A ese día más largo lo llamamos solsticio de verano. El 21 de diciembre es el día más corto: el Sol se demora para salir y se esconde más temprano. A este día lo llamamos solsticio de invierno.
El paso del Sol por nuestra bóveda celeste produce muchos fenómenos, entre ellos, sombras. Una sombra es una región de oscuridad causada por un objeto que obstaculiza el paso de la luz. Observando el cambio de las sombras, las culturas antiguas aprendieron a medir el paso del tiempo. Usaron una vara clavada en el piso que marcaba el movimiento del Sol. A esa vara la llamaron gnomon, objeto alargado que proyecta sombra. ¿Hay momentos sin sombra? Se ha creído que al mediodía, cuando el Sol está exactamente sobre nosotros, no hay sombra. Sin embargo, esto solo ocurre dos veces al año en nuestra región: el 4, 5 o 6 de abril, y el 6, 7 u 8 de septiembre. Se les conoce como días sin sombra porque esta se proyecta exactamente debajo de nosotros y no la vemos.
Cuando en la antigüedad aprendieron a medir el paso del tiempo construyendo el Gnomon, o reloj de Sol, descubrieron también algo maravilloso: al registrar en el piso la punta de la sombra, a la misma hora del día durante todo un año, se dibujaba en el suelo una figura con forma de 8. A esta figura, que inspiró el símbolo del infinito, la llamaron Analema, y servía para predecir los cambios de las estaciones.
Ilustración: María Luisa Isaza