Hay algo que se acomoda para lograr el equilibrio. Descubrámoslo con este experimento.
1. Entierra un palito de chuzo diagonal a cada lado del borrador.
2. En el extremo de cada palito pon un poco de plastilina del mismo tamaño, o un borrador, que se sujete con firmeza al palito de chuzo.
3. Finalmente, corta un palillo de dientes por la mitad y ubícalo en el centro de la parte de abajo del borrador. Ya está listo el equilibrista. Ahora ponlo sobre un dedo, sobre el borde de una mesa o la punta de la nariz. ¡Puedes ponerlo sobre cualquier superficie!
Los pájaros de juguete que se paran en el pico y los equilibristas que caminan sobre la cuerda floja tienen algo en común que les permite conservar el equilibrio: el centro de masa, un punto imaginario ubicado en el interior o en los alrededores de los objetos, que funciona como si toda la masa del cuerpo se concentrara en ese punto. En el caso del pajarito de juguete, el borrador o el equilibrista, este punto se encuentra generalmente por debajo o bastante cerca del punto de apoyo y esto asegura su equilibrio.