La placa bacteriana genera ácidos que dañan los tejidos del diente, comenzando con una descalcificación, que se ve como una mancha blanca. Si no es tratada a tiempo, avanzará hasta generar una cavidad, mucho dolor e infecciones. Incluso, al afectar las estructuras del diente, este se nos puede fracturar y llegar a dañarse irreversiblemente.
Si no removemos diariamente la placa bacteriana, esta se endurecerá y formará cálculos alrededor del diente, lo que afecta la salud del hueso, los tejidos que lo sostienen y las propias encías. Además, la gingivitis puede tener consecuencias graves, porque al dañarse el soporte de los dientes, estos quedan en riesgo de caerse. Es una enfermedad silenciosa y uno de sus síntomas es el mal aliento, además de que los dientes empiezan a parecer alargados por la pérdida de tejidos de sostén, como el hueso y la encía.
Si se nos quiebra un diente, debemos tomar el pedacito fracturado y ponerlo en saliva o agua, e inmediatamente acudir al odontólogo para que lo pegue con resina o haga una reconstrucción. Si el pedacito se perdió, el odontólogo utilizará un material para reemplazarlo.
Si perdemos un diente, procedemos de la siguiente manera:
Si es un diente de leche, no lo debemos volver a colocar en su posición dentro de la boca porque puede dañar el diente permanente. Es muy importante llevar el niño al odontólogo.
Si es un diente permanente, debemos buscarlo y tomarlo por la corona, nunca por la raíz; lo enjuagamos sin estregarlo, lo ponemos en un poco de leche o, si es posible, en su sitio dentro de la boca. Si logramos ponerlo en su posición, mordemos una gasa o pañuelo para evitar el sangrado y aliviar el dolor. Debemos ir al odontólogo antes de dos horas: el manejo oportuno ofrece mejores resultados a futuro.
Con los años, o por causa de un accidente, algunas personas pueden perder sus dientes. Es importante que, en la medida de lo posible, estos sean reemplazados para evitar una alteración de la mordida.
Algunos medicamentos, enfermedades o los propios años pueden generarnos la disminución de la saliva. Esto tiene un impacto en la salud bucal porque estaremos más propensos a la aparición, por ejemplo, de la caries dental.
Son lesiones pequeñas que aparecen en los tejidos de la boca por diferentes causas, como mordeduras o accidentes, alguna infección, cambios hormonales o el uso de ciertos medicamentos.
Suele aparecer cerca de los labios y produce unas ampollas molestas. Es importante que prevengamos el contagio evitando el contacto con personas que tengan ampollas activas o el uso de elementos personales usados por ellas.
Lavar las ampollas con agua y jabón es esencial antes de aplicar algún remedio, y lavarnos muy bien las manos.
Tratamiento casero para el dolor dental
Ante el dolor dental, la mejor opción es consultar al odontólogo para recibir un tratamiento efectivo y duradero, ya que pueden existir muchas causas y estructuras afectadas.
El aceite esencial de hierbabuena lo aplicamos con un algodón en la zona afectada y puede disminuir el dolor dental temporalmente gracias a sus propiedades antibacterianas.
Otros tratamientos para el dolor dental son el macerado o decocción de hojas de tomate e infusión de hiedra (ver la receta en el libro Los secretos de las plantas, páginas 172 y 173).
Receta casera de sustituto de saliva
Ingredientes. Una cucharada de semillas de linaza, una cucharadita de flores secas de manzanilla y un litro de agua.
Preparación. Ponemos a hervir el agua dividida en mitades. Agregamos a una mitad las flores secas de manzanilla; revolvemos por tres minutos y colamos. En el resto del agua, ponemos las semillas de linaza, revolvemos por tres minutos y colamos. Luego mezclamos las dos bebidas y llevamos a la nevera. Podemos tomar sorbos de la infusión durante el día.
Tratamiento para el manejo de aftas o llagas en la boca
Algunas recomendaciones:
Disolvemos una cucharada de sal o bicarbonato en un vaso de agua hervida y hacemos enjuagues con ella tres veces al día.
Tomamos una cucharada de pétalos de caléndula y hervimos en un vaso de agua. Cuando esté fría, hacemos enjuagues tres veces al día.
Ponemos una gota de aceite vegetal sobre la lesión para que no se lastime con los dientes.
Cortamos un poco de penca sábila y ponemos el cristal sobre la lesión por un rato
Ajo. Partimos un diente de ajo por la mitad y lo frotamos sobre la ampolla. Luego lo botamos (siempre debemos usar un diente de ajo nuevo).
Cristal de penca sábila con tomate picado. Revolvemos la mezcla y la ponemos sobre la ampolla para ayudar a secarla.
Yerbamora. Preparamos un emplasto y aplicamos sobre la herida.
Es importante mantener una buena higiene cepillando la lengua de atrás para adelante, para prevenir la placa bacteriana que causa el mal aliento y así mantener la boca sana.
La postura de un piercing debe ser hecha por una persona con conocimientos en anatomía para su correcta colocación. De lo contrario, puede afectarse un nervio y generar parálisis facial o infecciones graves. Además, debemos mantener una higiene estricta del adorno y estar atentos a que el roce no produzca fractura en los dientes o daño en las encías.