Barro o arcilla, pintura de color a base de agua con acronal, esmaltes o lacas.
Aplane, sobre una mesa recubierta con un plástico, una masa de barro de 2 centímetros de alto y recorte el tamaño deseado para la base.
Puede ayudarse con un plato.
Corte el barro que exceda el tamaño del plato para obtener la base de la vasija.
Coja una bola de barro, amase en forma de rollo y pegue alrededor del círculo base. Alise con agua las piezas que va uniendo.
Amase otro rollo de barro y ponga encima del primero.
Luego prepare otro y otro más hasta llegar a la altura deseada. Alise las paredes de la vasija a medida que va aumentando su tamaño.
Deje secar y meta en el horno a la mayor temperatura que tenga. Mientras más alta sea la temperatura, más resistente será la vasija al calor y la humedad.
Pinte usando colores de esmalte o utilice vinilo con acronal.
Amase un gran trozo de barro hasta que desaparezcan por completo las burbujas de aire que contiene.
Luego dele forma de bola y ahonde con los dedos en el centro de la bola y moldee hasta que el barro adopte la forma de la vasija.
Amase dos rollitos de barro para las orejas y péguelas a la vasija. Incorpórelas con ayuda de un poco de agua para que el barro se funda uno con el otro.