Los vegetales y animales que viven en un sitio determinado se han adaptado para ayudarse unos a otros. Plantas, animales, seres humanos y medio ambiente establecen una increíble cantidad de relaciones entre ellos que son necesarias e indispensables para mantener la vida en el planeta.
La desaparición de una especie afecta a todas aquellas especies que tenían relación con ella. Los científicos calculan que por cada especie de planta que desaparece, desaparecen entre 10 y 30 especies de plantas y animales relacionados con ella, y que dependían de algún modo de esta planta. Por ejemplo, si desaparecen los mangles, muchas especies de camarones, ostras, peces y aves desaparecerían, porque los manglares son los criaderos naturales donde estas especies depositan los huevos y en donde las crías encuentran refugio y alimento cuando están pequeñas. Al desaparecer estas especies faltaría el alimento para otras especies de peces más grandes y para otras aves y mamíferos que tienen una relación directa con esas especies. Y así continuaría la cadena. Se afirma que si desaparecen los árboles de choibá de las selvas tropicales, desaparecen muchas otras especies de animales que se alimentan de sus frutos.