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Las construcciones

Las construcciones

Con la agricultura y la ganadería la humanidad dejo de ser nómada y se dio a la tarea de construir vivienda permanente. El mundo dio una voltereta: empezó la vida urbana. Y allí, donde la agricultura prosperó, florecieron civilizaciones, grupos humanos organizados en torno a ideas y costumbres comunes.

Las primeras civilizaciones aparecieron a orillas de grandes ríos. La babilónica, en Mesopotamia, entre los ríos Trigris y Éufrates, hoy Irak, en Asia. La egipcia, en el valle del Nilo, en África. La hindú, a orillas del río Indo, en tierras que hoy son de Pakistán y la India. La cultura china, a orillas del gran río Amarillo. Estas dos últimas en el continente asiático.

Entre el año 4500 y el 3000 antes de Cristo se crearon las primeras ciudades. En ellas se perfeccionó el uso de metales, se inventó la rueda, el cálculo por medio de números y la escritura. Sólo entonces el hombre pensó en comodidades, en mejorar su calidad de vida: hasta ese momento su meta había sido sobrevivir.

Pero como el hombre empezó a acumular riqueza aumentaron las ganas de dominar, de apropiarse de más y más. Las guerras, por ese deseo de controlarse los unos a los otros, se volvieron pan de cada día.

 

Constructores y pensadores

 

Egipto misterioso

Una de las culturas más importantes de todos los tiempos fue la egipcia. Surgió hace cinco mil años en el norte de África, a orillas del río Nilo, el más largo del mundo.

¿Cómo fue posible que sin usar ruedas construyeran las pirámides donde enterraban los cuerpos momificados de los faraones, sus máximos gobernantes?

Las pirámides, que para los antiguos eran escaleras al cielo, están hechas con inmensos bloques de piedra. Los amarraban con sogas y un puñado de hombres jalaban para arrastrarlas varios kilómetros. Usaban también troncos cilíndricos. Hay quienes aseguran que para ver terminada una sola de las pirámides de Egipto sudaron más de cien mil hombres durante 20 años.

 

 

 

 

Civilización griega

Otra civilización antigua, muy importante, fue la griega, en Europa. Hace 2.500 años estaba en su apogeo. Fundaron 300 ciudades–estado, cada una con gobierno propio. Atenas, la principal, era una ciudad encerrada entre murallas. En la parte alta estaban los templos a los dioses y, en la plaza, el mercado y los edificios públicos.

A los griegos les gustaba preguntarse el porqué de todas las cosas. Fueron grandes pensadores y grandes filósofos. Aún hoy pensamientos de algunos de ellos, como Platón y Aristóteles, son tenidos en cuenta.

Y fueron también los griegos los que, por primera vez, discutieron públicamente los asuntos que interesaban a la población.

 

Roma, el gran imperio

Cuando decayó la civilización griega, floreció la cultura romana, que dominó el mundo occidental hasta el año 476 de la era cristiana. Construyeron ciudades como Roma, con magníficos edificios, calles empedradas, una gran red de carreteras que unía todo el imperio romano —que se había extendido por Europa, parte de Asia y Africa— e inmensos acueductos en piedra para llevar agua a las poblaciones y viviendas.

 

Las civilizaciones de América

Los primeros pobladores de América, dice una de las teorías más aceptadas, vinieron de Asia, cruzaron por el puente de tierra que unía a Siberia, en Asia, con Alaska en América, hace unos 25 mil años. Bajaron hasta entrar al territorio colombiano, por el Darién, hace unos 12 mil años.

 

Los Mayas desaparecieron de pronto

En tiempos del Imperio Romano, se empezó a formar el Imperio Maya en Centroamérica, en lo que hoy es territorio de Méjico, Guatemala y Honduras.

Crearon una civilización que existió durante dos mil años. Construyeron magníficas ciudades, templos y piramidales. Fueron grandes astrónomos y matemáticos. Con este saber levantaron pirámides como la de Kukulkán, que con sus 365 escalones, representa el año solar. Estudiaron tanto el cielo que sabían de antemano cuándo ocurrirían los eclipses, las fases de la Luna, los cambios de clima de los tiempos de lluvia a los tiempos de sequía.

Un día, los Mayas abandonaron sus ciudades. Aún no se sabe por qué. Unos dicen que sus técnicas para sembrar agotaron esas tierras.

 

Antiguos pobladores de la península mejicana

Tenochtitlán, que significa lugar del cactus, fue la capital de otro gran imperio: el de los Aztecas. Situado en el valle de Méjico, surgió en el año 1325 y duró hasta 1519, cuando fue destruido por los españoles. En aquella ciudad azteca el mercado atraía todos los días unas 60 mil personas. Era más poblada que cualquier capital europea de la época y en el centro estaba el palacio del emperador rodeado de jardines. En el Templo Mayor realizaban sacrificios humanos a los dioses pues creían que sin ellos el mundo se acabaría. Tenochtitlán estaba construida sobre islas artificiales en medio de un gran lago. Las calles en su mayoría eran canales. Tenían cultivos flotantes sobre balsas.

 

Los Incas, los amos de los Andes

En América del Sur la gran civilización fue la Inca, que se extendió desde Chile hasta el sur de Colombia (abarcó lo que hoy es Bolivia, Perú, Ecuador y el norte de Argentina). Su capital fue Cuzco. Tuvo su esplendor entre los siglos XII y XIV después de Cristo. Los Incas levantaron fortificaciones en bloque de granito unidos de forma tan perfecta que la hoja de un cuchillo no penetra en las juntas.

Construyeron grandes ciudades en piedra con terrazas para los cultivos en laderas pendientes. La más famosa es Machu Picchu, ubicada a 2.450 metros sobre el nivel del mar y oculta entre dos montañas. Los conquistadores españoles no supieron de su existencia. Fue descubierta apenas en 1911. Quienes la visitan se maravillan con su belleza. “Uno se siente pequeño”, dicen. El imperio Inca fue sometido por el conquistador español Francisco Pizarro.

 

Y en Colombia, culturas diversas

La cultura San Agustín se desarrolló en Colombia al sur de lo que hoy es Huila y parte de Cauca, y desapareció años antes de la conquista española. En el parque arqueológico de San Agustín, declarado Patrimonio de la Humanidad, se conservan aún inmensas estatuas talladas en piedra de forma humana y animal, tumbas y altares ceremoniales.

Los Tayronas, que habitaron la Sierra Nevada de Santa Marta, fueron grandes arquitectos. En 1976, un grupo de arqueólogos —hombres que hurgan los vestigios de las antiguas civilizaciones— se llevaron una grata sorpresa cuando investigaban cómo estos aborígenes cuidaban la naturaleza. Se encontraron las ruinas de lo que fuera una gran ciudad. La llamaron Ciudad Perdida. Ubicaron 217 sitios arqueológicos, terrazas circulares, caminos en piedra, puentes y terraplenes construidos hacia el año 1200 antes de Cristo. Descubrieron 160 terrazas construidas con filas de piedras y rocas de varios tamaños. Con terrazas controlaban las aguas lluvias.

Los Muiscas habitaron el altiplano de Cundinamarca y Boyacá. Era la cultura más avanzada en el país a la llegada de los españoles. Fue un pueblo agrícola, tejedor y orfebre que usó un sistema avanzado de intercambio de productos. Llamaba la atención su profunda vocación religiosa. Tenían numerosos templos y centros de adoración —como las lagunas— donde ofrecían objetos de oro a sus dioses.

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