Debido a la gran diversidad de organismos que existen, los científicos decidieron agrupar los seres vivos en reinos diferentes, clases, órdenes, familias, géneros y especies, con el fin de poderlos estudiar y entenderlos mejor. Para hacer esa clasificación, tuvieron en cuenta algunos criterios y características definidas, como por ejemplo: los antepasados comunes, las diferentes partes del cuerpo, la manera de conseguir alimento, el lugar donde viven, entre otros.
La categoría más amplia propone agrupar a los seres vivos en cinco reinos: Mónera (que incluye las Eubacterias y las Archaebacterias), Protista (algas, protozoos), Fungi (hongos), Plantae (plantas) y Animalia (animales).