Los páramos se encuentran ubicados entre los bosques de niebla y los nevados, entre los 3.000 y 4.000 m.s.n.m., y una temperatura media entre 6 y 12 °C. El clima de los páramos se caracteriza por las bajas temperaturas, los vientos fríos y las lloviznas frecuentes. En las noches hace tanto frío, que a menudo la vegetación y los suelos amanecen cubiertos de escarcha; durante el día, cuando el cielo está despejado, el sol es brillante e intenso y puede hacer calor.
En los páramos, la vegetación es escasa y dispersa. Abundan los pastizales, los musgos, los líquenes, las bromelias, los licopodios, los helechos, los árboles enanos, y los frailejones con hojas peludas y grandes flores amarillas, que son la imagen característica de los páramos. En las partes planas, se forman con frecuencia pantanos y lagunas. Los musgos actúan como esponjas guardando enormes cantidades de agua, y la liberan poco a poco, para alimentar fuentes de agua, pantanos y lagunas. Los páramos, al igual que los bosques de niebla, son fábricas de agua.
En los páramos vive el gran cóndor de los Andes, el oso andino u oso de anteojos, la danta de alta montaña o danta de páramo, el venado de páramo, el puma, los cusumbos y el sapo de páramo.