>

>

>

Mala suerte, buena suerte

Mala suerte, buena suerte

 

Maritza Castellanos

Villa de Leyva – Boyacá
Después de ayudarle a su mamá a recuperarse de un accidente, descubrió que tenía talento para hacer masajes. Hoy es masajista en Villa de Leyva.

 

Maritza tenía un negocio de frutas en Villa de Leyva, pero su mamá sufrió un accidente y tuvo que abandonarlo para dedicarse a cuidarla y a ayudarle en su recuperación.

En una clínica de Bogotá aprendió a hacer masajes terapéuticos, y con este conocimiento pudo despertar de nuevo las piernas adormiladas de su mamá.

Con el tiempo, Maritza se dio cuenta de que tenía talento, le gustaba servir, aliviar y embellecer. Hizo varios cursos de belleza en el Sena y aprendió otros tipos de masajes, los secretos de algunas cremas, y supo que las frutas que antes vendía, y con las que siempre había estado familiarizada, se podían utilizar en función de la belleza.

Hoy hace masajes a domicilio en Villa de Leyva. Va de un hotel a otro con sus cremas y conocimientos. Lo que en un principio parecía un accidente lamentable, fue para ella la oportunidad de encontrar su verdadera vocación.

Contenidos relacionados:

Compartir