En su gran mayoría, las picaduras de estos animales no son una emergencia médica, a no ser que la persona sea alérgica; en ese caso puede hincharse e, inclusive, ahogarse.
Si lo que lo picó fue una abeja o avispa y no hay una reacción alérgica grave, debemos retirar el aguijón con una pinza y aplicar compresas de agua fría y hielo sobre la lesión. Si por accidente uno de estos insectos pica en el interior de la boca, debemos hacer gárgaras de agua helada y chupar trozos de hielo, para evitar una obstrucción respiratoria, y debemos llevar el paciente a urgencias porque la hinchazón puede progresar con el tiempo y obstruir la vía aérea.
¿Qué hacer si hay una reacción alérgica?
Para algunas personas, la picadura de estos animales puede ser grave por la reacción alérgica consecuencia de la presencia del veneno en su cuerpo. En este caso, estamos obligados a llevar el afectado a urgencias porque su vida corre peligro.
· Cambios de color en la piel (cara enrojecida).
· Sarpullido cercano a la zona de la picadura o que se extiende por todo el cuerpo.
· Edema (hinchazón) en la boca, lengua o garganta.
· Respiración alterada, con ruidos y con dificultad.
· Ante alguno de estos signos, debemos acudir a urgencias y transportar al paciente semisentado para que tenga una mejor ventilación: el gran riesgo es que se le hinche la garganta y no pueda respirar.