Con tanto movimiento de la corteza de la Tierra, a veces se fractura la roca de las placas tectónicas y se crean las llamadas fallas geológicas. Las notamos porque son zonas donde hay hundimientos, desplazamientos de tierra.
En Colombia hay grandes fallas. En Antioquia, son muy conocidas las de Palestina y el Bagre, que afectan la zona minera del noreste. También es conocida la falla Cauca Romeral que atraviesa el suroeste. La gente de Jardín, Venecia y Fredonia habla de casas que se mueven y se desploman.
En el fondo del océano también hay valles, llanuras, volcanes y grandes cordilleras. Y hay temblores. Son tan fuertes, que generan olas inmensas que viajan a cientos de kilómetros por hora que se llaman olas sísmicas o tsunamis. Cuando llegan a las costas son verdaderas paredes de agua. La más alta se formó una vez en Japón. ¡Alcanzó más de 85 metros y una velocidad de 900 kilómetros por hora! En l906, una de estas olas gigantes arrasó con Tumaco, en el Pacífico colombiano. En diciembre de 2004, en las costas del sureste asiático, hubo un tsunami de gran proporción que devastó parte de su territorio. Los muertos se calcularon en cerca de ciento treinta mil.
Algunas islas son cumbres de montañas marinas que sobresalen. Otras, como las Islas Canarias o Islandia, se han formado de la lava que expulsan volcanes submarinos.