Una vez determinadas las lesiones de los heridos, puede ser necesario moverlos a un lugar más seguro, y/o colocarlos en la posición más recomendable según sus lesiones o su patología. Pero esta movilización debe ser, además de eficaz y rápida, segura para el herido y para los auxiliadores.
En los casos en que sospechemos fractura de columna, debemos inmovilizar la columna del paciente completamente. El lesionado debe ser transportado sobre una superficie rígida (como una puerta o una tabla ancha y larga para sus dimensiones), con la cabeza sujetada a esa superficie y asegurado con vendas o cuerdas para evitar que se mueva.
El objetivo principal es alejar al herido del área de peligro de forma rápida y segura únicamente cuando exista un peligro inminente, como un incendio, una avalancha, etc.; de lo contrario, no debemos moverlo hasta que esté debidamente inmovilizado.
1. Ponemos los brazos de la víctima cruzados sobre su propio pecho o con las manos dentro de los pantalones. (Imagen 1)
2. Nos sentamos detrás de la cabeza del lesionado y ponemos los brazos por debajo de los hombros para sostenerle con ellos el cuello y la cabeza. (Imagen 1)
3. Nos levantamos en cuclillas para arrastrar al paciente suavemente por el piso. (Imagen 1)
4. En caso de que el lesionado tenga puesto un abrigo o chaqueta, debemos desabrochar la prenda y halar de ella hacia atrás, de forma que la cabeza descanse sobre ella. Debemos arrastrarlo por el piso agarrando los extremos de la prenda de vestir (abrigo, chaqueta o camisa). (Imagen 2)
Esta técnica se debe emplear en la restricción de la movilidad cervical y en la sujeción del casco de los motociclistas, teniendo en cuenta la necesidad de manipular lo menos posible al lesionado. Debemos levantarlo a una distancia mínima pero suficiente para ubicarlo sobre una tabla o superficie rígida que podamos usar como camilla.
Idealmente, deberíamos hacerlo entre cuatro auxiliadores para garantizar que alguien sostenga únicamente la cabeza y el cuello, mientras los otros tres se encargan del peso del cuerpo, como observamos en la siguiente imagen.
1. Los tres auxiliadores se ubican al lado del paciente con una rodilla al piso y la otra flexionada.
2. El primer auxiliador sostiene con un brazo la cabeza, el cuello y el hombro opuesto. El otro brazo cruza la espalda. El segundo auxiliador pone sus brazos en la espalda y la cadera; y el tercero al nivel de muslos y piernas. Llevar a las rodillas a la voz de tres.
3. Poner la camilla cerca del paciente y levantarlo lo suficiente para ponerlo sobre ella.
4. Trasladarlo al servicio de urgencias.
Según el tipo de lesión, hay diversas posiciones que podemos utilizar para brindar mayor comodidad y protección durante el traslado de pacientes en vehículo.
· Lesionados que no presenten dificultades para respirar.
· Personas con sospecha de infarto cerebral (ataque cerebrovascular).
Por el contrario, todo enfermo o lesionado con dificultad para respirar debe viajar semisentado y con las piernas colgadas. Lo mismo sucede con quienes tuvieron un golpe en la cabeza (sin sospecha de daño en el cuello): estos, además, deben viajar con una inclinación de la cabeza de entre 30° y 45°. Si presenta síntomas de daño en el cuello, debemos recurrir a la inmovilización cervical.
Personas que han perdido sangre y se sienten mareadas o débiles, con piel pálida, fría, sudorosa y pegajosa. Esto hace que la sangre se dirija a los órganos principales, como el corazón y el cerebro.
Personas que están inconscientes, no responden al llamado, tienen pulso y respiran (por el riesgo de que vomiten o dejen de respirar por sus propios medios).
· Una mujer embarazada, en los primeros meses de gestación, que presenta un sangrado vaginal anormal debe viajar acostada con un apósito (toalla) entre las piernas, las cuales, además, deben estar cruzadas y flexionadas. (Imagen 1)
· Cuando está por encima de las 20 semanas de gestación (más de cinco meses de embarazo), debe ir acostada sobre el lado izquierdo, sobre todo si se siente débil, si está pálida, fría, sudorosa, con la piel pegajosa y con dificultad para respirar. (Imagen 2)
· Si comenzó trabajo de parto, pero aún no tiene las semanas de gestación completas, debe viajar con los pies más elevados que la cabeza o, si no es posible, semisentada. En ambos casos, con una almohada entre las piernas y estas cruzadas.
Si la mujer rompe fuente antes de tiempo, siempre debe acudir al hospital pues es una urgencia.
Debemos conseguir:
· Una cobija resistente que soporte el peso del paciente que vamos a mover.
· Dos largueros, metálicos o de madera, que resistan el peso del paciente.
Instrucciones:
1. Ponemos uno de los largueros sobre la cobija, y la doblamos sobre este. (Imagen 1)
2. Colocamos el segundo larguero sobre la cobija pisando además el pliegue anterior. (Imagen 2)
3. Doblamos la cobija sobre el segundo larguero. (Imagen 3)
4. Debemos probar la resistencia de la camilla con una persona sana antes de poner el paciente sobre ella.
5. Es muy importante tener cuidado al descargar la camilla para descanso o para el paso de algún obstáculo, ya que el cuerpo del paciente quedará expuesto a la superficie donde será descargado.