Tanto la Luna como la montaña que vemos, son lo que fueron. Lo que estamos viendo, ya pasó.
El Sol que vemos es el que era hace más de 8 minutos. Es lo que demora su luz en llegar hasta nosotros. Igualmente, la mayoría de las estrellas que vemos, son las que fueron hace años y algunas de las que miramos ya están muertas. Mucho más cerca están las montañas. Pero las que ves son las que fueron hace menos de un segundo. El presente que vemos ya es pasado, porque se necesita un tiempo para ver, para que viaje la información, a través de la luz, hasta nuestros ojos.
La Luna que vemos es la que fue hace más de un segundo. La Luna está situada a 384.000 kilómetros de la Tierra. Y si tenemos en cuenta que la luz, que nos permite ver, viaja a una velocidad de 300.000 kilómetros por segundo, entenderemos que la luz de la Luna se demoró 1,3 segundos para llegar a nuestros ojos y dejarnos verla. Parece inmediato, pero no lo es. Desde la Luna ocurre lo mismo. Los astronautas ven la Tierra como era hace 1,3 segundos.
El sonido también se demora en llegar a nuestros oídos. Por eso el trueno que oyes, es el que fue. Y la persona que tienes al frente, es la que fue hace 0.000000006 segundos (6 nano segundos, 6 millonésimas de segundo).
Cuando miramos la estrella más cercana a la Tierra, llamada Próxima, vemos la que fue hace un poco más de cuatro años. Su luz se demora en llegar a la Tierra 4.2 años. Pertenece al sistema de estrellas llamado Alfa Centauri.