René Avilés Fabila
Aquel científico necesitaba saber qué sucedería si en la máquina del tiempo retrocedía al momento en que sus padres estaban por conocerse e impedía la relación.
Apareció en esa época sin mayores dificultades. Un joven llegaba al pueblo donde el destino le deparaba una esposa. De inmediato supo quién era. No en balde había visto fotografías del viejo álbum familiar. Lo que hizo a continuación fue relativamente sencillo: convencer a su padre de que allí no estaba el futuro, de que mejor fuera a una gran ciudad en busca de fortuna. Y para cerciorarse lo acompañó a la estación de ferrocarril. Se despidieron y mientras desde la ventanilla una mano se agitaba, el riguroso investigador sintió cómo poco a poco se desvanecía hasta convertirse en nada.