Estos síntomas nos indican una próstata agrandada:
· Dificultad inicial para orinar, con una sensación de que tenemos que hacer mucha fuerza; o necesidad de ir al baño muy frecuentemente y con mucho afán.
· Un chorro de orina muy delgado y con poca fuerza.
· Necesidad de orinar por la noche varias veces.
· Pérdidas accidentales de orina, ya sea al hacer esfuerzos o por no alcanzar a llegar al baño.
Si los síntomas son leves, hay medidas que nos pueden ayudar:
· Debemos ir al baño con frecuencia y no esperar a tener la vejiga a reventar.
· Una buena práctica es reducir la toma de líquido en la noche para evitar tantas idas al baño.
· Cuando la próstata esté molestando mucho, evitemos actividades que la inflamen como, por ejemplo, montar a caballo o en bicicleta muchas horas.
· El médico puede prescribir pastillas para desinflamar la próstata y para facilitar el paso de la orina.
Vamos con urgencia si de un momento a otro nos es imposible ir al baño o si sentimos un dolor bajito muy fuerte acompañado o no de fiebre. Cuando los síntomas son muy fuertes, quizá la salida sea una cirugía.
La próstata grande no causa cáncer. Pero el cáncer de próstata es común a partir de los cincuenta años y, por esto, como parte de la ruta de promoción y mantenimiento de la salud en Colombia (consulta el artículo), es bueno, si somos mayores de dicha edad, que solicitemos un chequeo médico y lo repitamos anualmente. Si tenemos algún familiar con historia de cáncer de próstata, estos chequeos son recomendados a partir de los cuarenta años.
Hay hombres con próstata agrandada que sienten alivio de los síntomas tomando diariamente una infusión de jengibre.