El principal síntoma de la otitis es el dolor de oído, más los síntomas del resfriado común: pérdida de apetito, congestión nasal, malestar general con o sin fiebre. A veces, veremos que el oído del niño supura un líquido amarillento y blanco, quizá teñido de sangre.
El médico centra el tratamiento en el bienestar del niño, quien quizá sienta mucho dolor. Así que prescribirá antiinflamatorios y analgésicos.
En algunos casos, sin embargo, el líquido puede permanecer más tiempo en el oído luego de que el dolor y los síntomas gripales mejoren; esto se conoce como otitis crónica con derrame.
· Si el niño tiene dolor de oído con fiebre mayor de 39 °C.
· Si tiene un dolor muy intenso en el oído que no disminuye con antiinflamatorios o analgésicos.
· Si le sale líquido por el oído.
· Si presenta cualquier síntoma que amerite consulta para las infecciones respiratorias (ver la página 66).