Estas dos condiciones pueden aparecer en distintas partes del cuerpo, pero algunas de las más comunes son las rodillas, las caderas, la columna vertebral y las articulaciones de los dedos de las manos y de la base del dedo gordo del pie (articulación del juanete).
Generalmente, el problema se va desarrollando poco a poco, a partir de los cuarenta años. Las zonas afectadas duelen más después de un ejercicio extremo o de demasiada quietud. Hay personas que tienen síntomas casi todo el tiempo y hay otras a quienes el dolor les va y les viene.
• Movernos. Parecería contraproducente, pero es muy importante. Mantener la articulación flexible es necesario y, por eso, un ejercicio moderado es recomendable en estos casos.
• Tomar analgésicos como el acetaminofén o el ibuprofeno puede ayudar cuando haya dolor, si no tenemos contraindicación.
• Aplicar frío y calor. Una toalla con agua caliente durante cinco o diez minutos, seguida de hielo envuelto en una toalla o trapo por otros cinco minutos, nos ayuda a desinflamar.
• Aplicar ungüentos, cremas y emplastos. El libro Los secretos de las plantas (páginas 149, 159 y 160) nos enseña preparaciones con ortiga, ají, culantro y jengibre para aplicar sobre la zona adolorida.
• Controlar el sobrepeso. El apartado sobre obesidad, en el artículo Obesidad y sobrepeso, nos da las claves al respecto.
• Consumir alimentos antiinflamatorios. Linaza, romero, jengibre, cúrcuma, piña, cardamomo. En el libro Los secretos de las plantas tenemos muchas recetas, todas muy sencillas.
Si sentimos calor en la articulación, vienen bien las compresas frías de sábila o de ortiga. La artritis empeora con el movimiento y, por eso, es necesario el reposo mientras el especialista identifica la causa. Las compresas con árnica pueden ayudarnos a disminuir el dolor. En casos extremos, es necesario el uso de antiinflamatorios. La Aspirina es muy útil para los dolores articulares.
Cuando tengamos problemas de movilidad, cuando el dolor sea difícil de controlar, si alguna o varias articulaciones se hinchan o se ponen rojas, o si el dolor en las articulaciones se acompaña de fiebre.
La gota es un tipo de artritis muy dolorosa que se presenta generalmente en el pie y, más específicamente, en el dedo gordo.
Les da sobre todo a personas que tienen una predisposición genética y se les sube el ácido úrico en la sangre.
Aunque la alimentación es importante, la gota se produce en más del 90 % de casos por un problema de eliminación del ácido úrico por el riñón.
La podemos prevenir o controlar bajando de peso, ingiriendo poco alcohol y comiendo poca carne roja.