Cocine huesos y carne de res que tenga mucha sustancia (o huesos y carne de pollo) con 2 cebollas cabezonas partidas, sal, 2 dientes de ajo y aliños al gusto: comino, clavo de olor, tomillo, laurel, apio. Deje a fuego lento durante 2 ó 3 horas para que el agua se reduzca y el hueso suelte toda la sustancia y el sabor que contiene. Cuele cuando esté frío, vierta el líquido en una cubeta de hielo y ponga a congelar. Cuando estén los cubos congelados sáquelos de la cubeta y guárdelos en bolsitas dentro del congelador. Cuando vaya a hacer sopa, use de uno a cuatro cubitos según la cantidad que vaya a preparar. Estos cubos reemplazan los caldos artificiales que se consiguen en las tiendas. Si quiere darle más sabor al caldo, le puede agregar zanahoria y pimentón en el momento de cocinar.
Si no tiene –o no quiere– hacer caldo con carne, puede hacerlo con verduras únicamente. Ponga a hervir en una olla con abundante agua y a fuego lento trozos de zanahoria, puerro, apio y cebolla cabezona durante dos horas.