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Demencia senil, Alzheimer

Demencia senil, Alzheimer

 

La demencia significa la pérdida progresiva de la capacidad de pensar. Afecta a la memoria, la comprensión, el lenguaje, la orientación, se nos vuelve muy difícil tomar decisiones adecuadas y disminuye nuestra capacidad para aprender cosas nuevas.

 

Síntomas, ¿qué molestias puede producir?

Puede ser leve, moderada o grave.

Leve. Es muy sutil y, a veces, la notan solo las personas más cercanas. Habrá cambios en el comportamiento normal, como malhumor repentino, así como dificultades en algunos momentos para recordar situaciones, conversaciones o personas. La persona es funcional y no necesita cuidados para la vida diaria.

Moderada. La persona se puede perder inclusive en sitios que conoce y desubicarse en el tiempo: no sabe bien dónde está, qué hora o qué fecha es. Presenta pérdidas de memoria importantes y quizá agresividad. Necesita cuidados permanentes o casi permanentes.

Grave. Sufre pérdida grave de memoria (inclusive, puede olvidar a los seres queridos más cercanos), permanece en cama gran parte del tiempo, habla casi siempre incoherencias.

 

¿Qué hacer?, ¿cómo tratarla en casa?

Aunque hay algunos medicamentos que los expertos están estudiando usados en las etapas iniciales, esta enfermedad no tiene cura. Su tratamiento es el cuidado del paciente para que viva lo mejor posible.

Tratamiento para la demencia leve. Muy importante mantener el cuerpo en óptimas condiciones, controlando la hipertensión, colesterol y azúcar lo mejor posible. Llevar una dieta saludable y hacer ejercicio o actividad física.

La mente también se debe estimular aprendiendo cosas nuevas y manteniéndola activa con reuniones sociales, adivinanzas, rompecabezas, crucigramas o lectura.

Tratamiento para la demencia moderada. Además de lo anterior, aquí el cuidador debe tomar las riendas, poco a poco, de los aspectos prácticos de la vida del paciente: manejarle su dinero, conseguirle los remedios, vigilar que se asee bien y se cambie de ropa, que coma bien. Todo esto con absoluto respeto y tratando de que mantenga la mayor autonomía posible, pero con seguridad.

Demencia grave. Un paciente con demencia severa es completamente dependiente, necesita una persona que se encargue de él; además, va a estar mucho tiempo acostado y vivirá en su propio mundo y a sus propios ritmos. Lo más importante es que no sufra dolores y esté lo más cómodo posible.

 

Si estamos al cuidado de un paciente con demencia, sabremos que a veces su enfermedad lo vuelve irascible. Algunos trucos para manejar su agresividad:

  • No razonemos acerca del motivo de la ofuscación: mejor cambiemos el tema y tratemos de distraerlo.
  • No tomemos sus comentarios como algo personal, esto hace parte de la enfermedad.
  • Evitemos situaciones que sabemos que ofuscan y alteran a la persona.
  • Recordémosle lo importante que es para la familia y para sus demás seres queridos.

 

¿Cuándo consultar al médico o ir al hospital?

Cuando haya síntomas para que el especialista haga el diagnóstico y descarte que el problema tenga causas corregibles (por ejemplo, desbalances en la sangre o depresión). También, si vemos un empeoramiento muy rápido o por cualquiera de las causas por las cuales una persona sin demencia iría al hospital.

 

 

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