Bajo peso al nacer.
Las asfixias o los problemas respiratorios.
Las infecciones propias del recién nacido.
La desnutrición.
Las enfermedades diarreicas.
Las infecciones respiratorias agudas.
Las infecciones en la piel. Los parásitos intestinales.
También son frecuentes los accidentes: Asfixias.
Caídas.
Intoxicaciones.
Quemaduras.
Cuando el niño se enferma de manera leve no es necesario que haya una evaluación y un tratamiento médico. Pero a veces presenta trastornos que sí lo requieren.
Mientras lleva a su hijo a la institución de salud, en la familia se pueden manejar los síntomas más molestos y delicados para el niño como la fiebre, la diarrea, la tos y los dolores de estómago.