Hablan muchas leyendas de diversos pueblos de las tierras de leche y de miel, para significar la abundancia y poner de relieve el sentimiento dulce de la vida. El dulce, y todas las asociaciones que conlleva, ha sido siempre muy importante para el hombre, y hay quienes afirman que produce felicidad y atrae el amor.
Para preparar el almíbar derrita 4 cucharadas de mantequilla en una olla y agregue 1 taza azúcar revolviendo constantemente hasta que se haya disuelto.
Agregue una taza de jugo de naranja y un trozo de su cáscara sin la parte blanca.
Deje espesar a fuego lento.
Luego mezcle una cucharadita de maicena disuelta en dos cucharaditas de agua fría y añada al almíbar.
Revuelva bien durante unos minutos más y retire del fuego.
Lave, pele y corte las frutas que más le gusten (mango, papaya, melón, mora) en rodajas y cúbralas con el almíbar caliente.