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Infecciones respiratorias en los niños

Infecciones respiratorias en los niños

Las infecciones respiratorias son muy frecuentes en niños menores de cinco años, y generalmente se resuelven solas sin muchas complicaciones. Las infecciones respiratorias más frecuentes en la niñez son: resfriado común, otitis, CRUP (tos de perro), amigdalitis, bronquiolitis, neumonía.

 

¿Cuándo consultar al médico o ir al hospital?

  • Si los síntomas empeoran luego de una semana con la infección.
  • Cuando veamos signos de peligro: que el niño convulsiona, que no puede beber, que vomita todo lo que come, que está muy adormilado o inconsciente.
  • Cuando percibamos dificultad para respirar: labios o dedos morados, respiraciones rápidas o un hueco en el pecho bajo las costillas         (retracciones subcostales).

 

 

¿Cómo prevenir una infección respiratoria en niños?
  • Lavándoles las manos permanentemente.
  • Separando a los niños de personas que sabemos padecen enfermedades respiratorias.
  • Evitando fumar cerca de ellos y evitando que reciban el humo de los fogones de leña.
  • Asegurando que el esquema de vacunación esté al día.

 

Resfriado común en los niños

Es la enfermedad infecciosa más frecuente. El resfriado común (gripa) es una infección viral de la nariz y la garganta o vías respiratorias superiores; por lo general, es inofensivo y se resuelve por sí solo gracias a las defensas del organismo.

 

Síntomas, ¿qué molestias puede producir?

Congestión nasal por secreción de mocos (con obstrucción que dificulta un poco respirar), estornudos, lagrimeo, dolor de garganta, dolor de cabeza, algunas veces fiebre leve y tos. El niño suele encontrarse intranquilo y molesto, especialmente si tiene fiebre.

 

¿Qué hacer?, ¿cómo tratarlo en casa?

En su mayoría, estas infecciones son causadas por virus y se curan con el tiempo o se resuelven solas. Es importante ofrecerle líquidos al niño para evitar la deshidratación y tratar la fiebre y el malestar general como explicamos en las páginas 58 y 59.

 

CRUP en los niños

(inflamación de la tráquea y la laringe)

Es la inflamación de la laringe y la tráquea (laringotraqueítis), generalmente causada por un virus. Esta inflamación dificulta el paso de aire de la boca a los pulmones y causa una tos similar a la de los perros.

 

Síntomas, ¿qué molestias puede producir?

El niño que tiene CRUP suele irse a la cama con secreciones nasales y una tos leve con o sin fiebre. En la noche se despierta con una tos que llamamos tos perruna, debido a la inflamación de las cuerdas vocales. En casos más graves, en los que la inflamación es mayor, el niño puede tener una obstrucción del paso del aire, y le sentiremos, entonces, una respiración ruidosa y difícil durante la entrada del aire                       (inspiración) llamada estridor.

 

¿Qué hacer?, ¿cómo tratarlo en casa?

La mayoría de los casos de CRUP no requieren tratamiento: los podemos manejar en casa. Si tenemos agua caliente, podemos usar el vapor de la ducha con mucho cuidado. O llenamos una ponchera con agua caliente, acercamos al niño y le cubrimos la cabeza con una toalla para que reciba el vapor, teniendo cuidado de no quemarlo con el agua.

 

¿Cuándo consultar al médico o ir al hospital?

Cuando le notemos estridor o un ruido raro al respirar durante la entrada de aire (inspiración) estando en reposo.

 

 

 

 

 

 

 

Bronquiolitis en los niños

La bronquiolitis es la inflamación causada por virus en los pequeños tubos respiratorios llamados bronquiolos. Esta inflamación dificulta la salida del aire desde los pulmones durante la respiración. Afecta principalmente a los niños menores de un año porque sus vías respiratorias son aún muy pequeñas.

 

Síntomas, ¿qué molestias puede producir?

Generalmente, al inicio de la bronquiolitis, el niño presenta síntomas de resfriado común, pero al cabo de uno o dos días empeora la tos y puede aparecer un ruido en la salida del aire de los pulmones que parece un silbido (sibilancias); incluso, el niño puede llegar a respirar más rápidamente.

 

¿Cuándo consultar al médico o ir al hospital?

Debemos consultar ante la presencia de silbido en el pecho, además de cualquier signo de infección respiratoria como secreciones nasales, tos de perro y fiebre.

 

Otitis en los niños

La otitis media aguda es la inflamación del oído medio que ocurre cuando, por un resfriado común, se acumula moco en esta parte del oído. Esta infección generalmente se cura sola y no deja complicaciones.

 

Síntomas, ¿qué molestias puede producir?

El principal síntoma de la otitis es el dolor de oído, más los síntomas del resfriado común: pérdida de apetito, congestión nasal, malestar general con o sin fiebre. A veces, veremos que el oído del niño supura un líquido amarillento y blanco, quizá teñido de sangre.

El médico centra el tratamiento en el bienestar del niño, quien quizá sienta mucho dolor. Así que prescribirá antiinflamatorios y analgésicos. En algunos casos, sin embargo, el líquido puede permanecer más tiempo en el oído luego de que el dolor y los síntomas gripales mejoren; esto se conoce como otitis crónica con derrame.

 

¿Cuándo consultar al médico o ir al hospital?

  • Si el niño tiene dolor de oído con fiebre mayor de 39 °C.
  • Si tiene un dolor muy intenso en el oído que no disminuye con antiinflamatorios o analgésicos.
  • Si le sale líquido por el oído.
  • Si presenta cualquier síntoma que amerite consulta para las infecciones respiratorias (ver la página 66).

 

Neumonía en los niños

La neumonía es causada por una infección de los pulmones con virus o bacterias. Generalmente se resuelve sin problemas, pero debemos prestarle atención porque puede ser mortal algunas veces; de hecho, es una de las principales causas de muerte de niños menores de cinco años.

 

Síntomas, ¿qué molestias puede producir?

La mayoría de los niños con neumonía presentan tos, fiebre, respiración rápida y malestar general. La respiración rápida es un signo muy confiable para diagnosticar neumonía y los padres y cuidadores debemos estar muy atentos a ella (Consulte las frecuencias normales de respiración en la página 67).

 

¿Cuándo consultar al médico o ir al hospital?

Cuando el niño tenga una frecuencia de respiración más rápida de lo normal o cualquier otro signo descrito en infecciones respiratorias (ver página 66).

 

Amigdalitis en los niños

La amigdalitis es una infección que causa la inflamación de las amígdalas, que son órganos que están en la garganta y ayudan al sistema de defensas a proteger al cuerpo de las infecciones.

 

Síntomas, ¿qué molestias puede producir?

Las amígdalas inflamadas se ven hinchadas y de color rojo, y pueden estar cubiertas por puntos o un revestimiento amarillo o blancuzco. Un niño con amigdalitis puede tener dolor de garganta, fiebre alta, mal aliento, ganglios del cuello inflamados o bultos dolorosos allí, dolor de estómago, de cabeza y malestar general.

 

¿Qué hacer?, ¿cómo tratarla en casa?

Las amigdalitis virales, que son la mayoría, pueden ser tratadas en casa. Asegurémonos de que el niño beba mucho líquido y descanse lo suficiente. Si tragar le causa dolor, le servimos líquidos y alimentos blandos. Algunos niños prefieren bebidas calientes y otros, bebidas frías. Para el dolor de garganta podemos darle al niño infusión de jengibre, decocción de achiote con las semillas o un macerado de limón, cebolla y miel (ver libro Los secretos de las plantas, página 148). Otra opción natural es colocarle una bufanda de tela con rodajas de limón rodeando el cuello, y dejarla por veinte a treinta minutos sin que el limón toque la piel.

 

¿Cuándo consultar al médico o ir al hospital?

Siempre que tengamos sospecha de amigdalitis, debemos consultar al médico, especialmente si hay dolor e hinchazón a un solo lado o fiebre alta, porque puede estar aumentando la infección. Es muy importante que sea el médico quien defina si se trata de una amigdalitis bacteriana que requiere antibióticos.

 

¿Cómo prevenir la amigdalitis?

La amigdalitis es contagiosa; por lo tanto, intentemos mantener a los niños alejados de una persona con amigdalitis o dolor de garganta, y asegurémonos de que todos los miembros de la familia se laven las manos con frecuencia y adecuadamente. Si alguien de la familia tiene amigdalitis, mantengamos separados los vasos y los utensilios que usa para comer, y lavémoslos con agua caliente y jabón.

 

Tos en los niños

Toser es un reflejo saludable e importante que ayuda a proteger las vías respiratorias.

 

Síntomas, ¿qué molestias puede producir?

La tos es uno de los síntomas más frecuentes de las enfermedades respiratorias de los niños. Aunque sea muy fuerte, no suele indicar una enfermedad grave.

 

¿Qué hacer?, ¿cómo tratarla en casa?

Los medicamentos para la tos no son recomendables para niños menores de seis años. Aunque no sea necesario tratar la tos con medicamentos, sí podemos hacer mucho para que el niño se sienta mejor cuando tenga tos:

 

1. Miel. No podemos darles miel a los niños menores de un año: no es seguro.

  • Para niños de uno a cinco años, media cucharadita de miel por toma.
  • Para niños de seis a once años, una cucharadita de miel por toma.
  • Para niños mayores de doce años, dos cucharaditas de miel por toma.

 

2. Hidratación. El niño debe estar siempre hidratado. Cuando hay suficiente agua en el cuerpo, el moco se vuelve más delgado y esto facilita el acto de toser.

3. Frotaciones mentoladas para niños de dos años en adelante. Frotamos una capa gruesa de ungüento mentolado sobre la piel del pecho, en la parte delantera del cuello (área de la garganta) y en la parte alta de la espalda. Esto le dará una sensación de alivio al niño al respirar y aliviará la tos. Después de usar el ungüento, guardamos el recipiente bien cerrado fuera del alcance de los niños. No debemos aplicar el ungüento mentolado en la nariz ni en la boca.

4. En el caso de que el niño tenga tos de perro, debemos recurrir a tratamiento de CRUP.

5. Evitemos bebidas ácidas o cítricas, o bebidas con gas, que podrían lastimarle la garganta si ya la tiene irritada por la tos.

6. Si el niño tiene asma, necesitamos un plan de acción contra el asma desarrollado por el médico. Este plan debería ayudar a elegir los medicamentos adecuados.

7. Procuremos usar productos naturales, como infusión de sauco y brevo, preparado de limón y cebolla, o jarabe de totumo (mira las preparaciones en el libro Los secretos de las plantas, en las páginas 167, 168 y 169).

 

¿Cuándo consultar al médico o ir al hospital?
  • Cuando el niño tenga tos por más de quince días o si la tos empeora con el pasar de los días.
  • Cuando haya signos de dificultad para respirar (consulta el apartado sobre infecciones respiratorias en las páginas 66 y 67).
  • Cuando tenga algún signo de peligro: no puede beber, vomita todo lo que come, tiene mal aspecto o somnolencia, o cuando la tos le produzca vómito.

 

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