La familia del zorro de orejas de murciélago está formada por parejas que duran toda la vida, y por los críos descendientes de todas las edades, nacidos en diferentes camadas.
Los zorros jóvenes se quedan con sus padres y les ayudan a criar a la siguiente generación de cachorros.
El elefante africano pasa 22 meses en el vientre de su madre, cuando nace pesa un centenar de kilos y mide casi un metro. Al cabo de media hora ya se tiene en pie con la ayuda de su madre, y permanece a su lado durante mucho tiempo.
La hembra canguro posee una bolsa donde su cría se mantiene a salvo. La cría al nacer es ciega y lampiña, permanece en la bolsa y se alimenta de la leche de su madre hasta los siete meses de edad. En ese momento sale por primera vez de la bolsa, se desplaza al lado de su madre y retorna a la bolsa para evitar el peligro y dormir, hasta cumplir 15 meses.
Peces como el bagre protegen a sus crías escondiéndolas en la boca. Y en este caso el padre es el responsable. Los pececitos nadan en grupo cerca de la cabeza del progenitor, y cuando un peligro los amenaza corren a refugiarse en su boca.
El emú macho construye un nido grande y plano. La hembra pone en él de 7 a 9 huevos y se va. El macho pasa 56 días sin comer ni beber, empollándolos. Desde su nacimiento, y a lo largo de 7 meses, los polluelos se quedan cerca de su padre.
El caballito de mar macho es quien lleva los embriones en su vientre. Tras el cortejo la hembra desova en la bolsa del macho y es él quien fertiliza los óvulos y produce el líquido que nutre los embriones. Al final de la gestación los pequeños son expulsados y nadan libremente.
El pingüino emperador macho empolla el huevo durante el invierno, entre 40 y 50 días, sin comer y a merced del frío. La hembra regresa en primavera, reconoce al macho por su canto, y trae en el buche alimento suficiente para el polluelo que está a punto de nacer. El macho agotado parte para alimentarse.
La cebra bebé al nacer se acuesta bajo su madre, así no olvidará la forma o diseño de sus rayas y la reconocerá del resto de la manada por siempre. Luego se para y comienza a mamar. Sólo los mamíferos producen leche auténtica para sus crías, pero los periquitos las alimentan con un nutrido líquido de color claro llamado “leche de periquito”. Lo fabrican las hembras en la garganta y se lo dan a las crías con el pico.
Tanto la hembra como el macho del pelícano café incuban los huevos. Los padres regurgitan (devuelven) los peces ingeridos y cuando los polluelos abren los ojos por primera vez, toman la comida del pico de sus padres.