Los niños no nacen para ser esclavos de sus padres, ni para que hagamos con ellos lo que nos venga en gana.
Desde que nace, el niño tiene derechos y los tiene por el solo hecho de ser niño. Estos derechos le garantizan: protección integral, porque es un ser indefenso; bienestar, porque necesita un ambiente adecuado para crecer; y garantías para que pueda desarrollarse como una persona única e integral, porque nació para llegar a ser alguien: él mismo.
Los derechos de los niños son aceptados en todo el mundo, están incluidos en la Constitución Nacional de Colombia, y en el Código de la Infancia y la Adolescencia. Los padres, la comunidad en la que viven, la sociedad y el Estado están obligados por ley a cumplirlos.
Cuando nace, el niño tiene derecho a una identidad, a un nombre y a una nacionalidad. Es deber de los padres registrar en una notaria al niño recién nacido, con sus nombres y apellidos, para que pueda comprobarse su existencia y para que pueda exigir sus derechos ante el Estado colombiano.
El niño tiene derecho a vivir dignamente, a estar bien nutrido y a recibir servicios de salud. A ser atendido gratuitamente en programas de vacunación y de complemento nutricional. A crecer en espacios seguros para desarrollarse adecuadamente.
El niño tiene derecho a estar en una familia donde reciba crianza y formación; lo mismo que al juego, la recreación y la cultura. El Estado le debe brindar educación inicial y básica gratuitas.
El niño tiene derecho a ser protegido contra cualquier forma de maltrato y a vivir en un ambiente digno, de bienestar y armonía.
El niño tiene derecho a ser escuchado, a expresar sus opiniones y a que éstas sean tenidas en cuenta en las decisiones que lo afecten.