Vómito en los niños

El vómito es la expulsión por la boca de lo contenido en el estómago. Suele venir acompañado de diarrea.

¿Qué hacer?, ¿cómo tratarlo en casa?

Es vital que observemos si el vómito viene acompañado o no de diarrea, ya que el manejo es diferente en cada situación:

Si el niño tiene vómito sin diarrea, la probabilidad de que se deshidrate es menor, por lo que no usamos suero, pues su sabor, además, puede empeorar el vómito. Siempre que haya vómito, es importante que le demos líquidos al niño en pequeñas cantidades, por cucharaditas, con espacio de cinco minutos entre cada toma, y con mucha paciencia. Y si presenta un episodio de vómito, esperamos por lo menos 10 minutos para volver a ofrecerle líquidos.

Si el niño tiene vómito con diarrea, la probabilidad de deshidratación es mayor, por lo que debemos ofrecerle el suero y los líquidos mencionados en el apartado sobre diarrea (Consulta el artículo Diarrea en los niños), pero siempre de a poquitos y con paciencia.

Si un niño menor de dos años presenta una deposición líquida, debemos ofrecerle media taza de suero (ver la preparación del suero casero en el artículo Diarrea en los niños, en caso de no tener SRO). La clave está en repartir esta cantidad de suero en pequeñas dosis de a una cucharada sopera. Esto quiere decir que le damos aproximadamente siete cucharadas soperas de suero y esperamos cinco minutos entre cada toma. Con cada deposición que aparezca, hacemos lo mismo.

En cuanto a medicamentos para el vómito, solo es recomendable usarlos en el hospital, nunca en el hogar.

¿Cuándo consultar al médico o ir al hospital?

Debemos ir al hospital cuando el niño tenga alto riesgo de deshidratación:

• Cuando tenga tres o más vómitos en una hora, o cinco o más vómitos en cuatro horas.
• Ante cualquier otro signo de peligro: convulsiones, que el niño no pueda beber, que vomite todo lo que come, se vea de mal aspecto, esté muy adormilado o inconsciente.