Cualquier terreno, grande o pequeño, puede convertirse en una granja integral que, más que un espacio con cuatro costados, es un lugar que se cuida y se aprovecha, se quiere y se disfruta.
La granja integral es un lugar donde cada uno puede ser jardinero y creador, artesano y cocinero, ganadero o ingeniero, aprovechando desde los residuos, hasta los animales y las plantas, y desde los bosques, hasta el paisaje, porque en ella todo se reutiliza y nada se pierde. En la granja podemos utilizar todos los espacios para darle vida a las prácticas de este libro.
Se puede hacer una granja integral en cualquier región y en un terreno de cualquier tamaño.
En una granja integral se hace una completa integración de los procesos de las áreas productivas (apicultura, forestales, frutales, horticultura, cerdos, ganadería, agricultura, agroturismo, avicultura, procesamientos y biodigestores) con el fin de aprovechar los productos y residuos de un área en insumos para otra área ubicada en un lugar cercano. De esta manera todo se reutiliza y nada se pierde, y se intercambian materiales y energía para hacer más económicos y eficaces los procesos de la granja.
La fertilidad del suelo se incrementa al estar integrado a todos los sistemas de la granja, pues recupera la mayoría de minerales y nutrientes que pierde con el uso. El aumento en la fertilidad de los suelos es de vital importancia en la producción ecológica.
Las plantas son el origen de la cadena alimenticia y productiva, pues producen, con ayuda del sol, la energía que alimenta a los animales y los hombres. Un buen manejo del suelo producirá mejores productos, que se diferenciarán por su calidad en el mercado.
Cumplen varias funciones en la granja, ayudan a hacerla más productiva: Contribuyen con nutrientes (compostaje) y energía (biodigestor) al sistema productivo de la granja por medio de sus excrementos.
Disminuyen el riesgo económico, porque si se presenta algún problema en los cultivos, éstos pueden aprovecharse como alimento para los animales y contribuir a la producción de carne o leche.
Permiten aprovechar para su alimentación los residuos de los otros procesos de la granja y evitan que algo se pierda.
La energía puede obtenerse de los residuos orgánicos que genera la misma granja: excrementos, vísceras, podas y deshierbas, mediante el uso de biodigestores y compostaje.
Los residuos también pueden ser utilizados como alimento para animales, fuente de energía para otros procesos y como fertilizantes.
El manejo de la granja como un organismo vivo integral se retroalimenta al aumentar el número de personas que demandan alimentos orgánicos.