Si tenemos bosques, reforestamos, fertilizamos con abonos orgánicos y dejamos que la Naturaleza trabaje, no habrá problemas graves en nuestros cultivos. Debemos permitir que los insectos, las aves, los reptiles y los mamíferos hagan su trabajo. Todas las especies cumplen una función en la red de la vida.
Antes de la pérdida de los bosques no había dificultades en los cultivos, pero cuando algunos animales se quedaron sin lugares donde vivir, se adaptaron y aprendieron a sobrevivir con los recursos disponibles. Por esto, al tener diversidad de plantas sembradas en la finca, generamos un ecosistema estable, en el que la Naturaleza está en armonía.