Es necesario secar las plantas para extraer la humedad que contienen y evitar que se pudran o pierdan las sustancias activas, y también para poder almacenarlas durante más tiempo. Para hacerlo, es necesario tener en cuenta:
Limpiar primero la planta de cualquier elemento que la pueda perjudicar, como tierra o animales. Hay ciertos compuestos que se pueden perder al lavar la planta con agua, por lo que debe tener especial cuidado cuando realice esta práctica.
Hay tres maneras de secar las plantas:
1. A la sombra: en rejillas o en alambres. Este proceso debe realizarse inmediatamente después de la recolección. Evite el sol directo, pues sus rayos descomponen algunos elementos importantes y evaporan los aceites esenciales.
2. Al aire libre: en rejillas o en cuerdas. Debe hacerse a la sombra y en un lugar fresco.
3. En hornos solares o eléctricos, que son muy efectivos. (Clic aquí para ver cómo construir un horno solar)