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Estructura de madera redonda o guadua, unidos con clavos o amarres, compuesta por parales separados entre 80 y 100 cm, recubiertos por esterilla de guadua sobre ambas caras y rellena en el interior con tierra mineral seca.
Para su protección y acabado, estas superficies se deben emboñigar o revocar fijando una malla de gallinero que le asegure su adherencia. Luego se les aplica la colada con acronal y nalmente la cal o la pintura.
Cubiertas livianas de zinc, fibrocemento o alternativas industriales, apoyadas sobre estructuras de maderas delgadas y económicas. Se debe colocar un cielorraso, para aislar el interior de frío o del calor.
El nivel del piso terminado debe estar de 15 a 20 centímetros por encima del nivel del terreno, para evitar inundaciones al interior. En zonas húmedas se recomienda utilizar polietileno grueso sobre el suelo preparado, pisado y nivelado para evitar que la humedad entre a la casa.
Estructuras de elementos verticales, horizontales y diagonales de maderas generalmente aserradas y de buena calidad para evitar que el comején y los hongos le resten vida útil a la casa. Se pueden barnizar o pintar con pinturas de aceite que la protejan de la intemperie y le aporten el color tradicional de la arquitectura de nuestros campos.
En zonas costeras o calientes, los techos de palma son económicos, térmicos y bellos. Se deben fumigar dos o tres veces al año contra insectos para evitar la presencia de roedores y serpientes.
En suelos firmes y estables, las fundaciones suelen ser de piedras grandes y concreto económico (concreto “ciclópeo”), dentro de las cuales se aseguran los parales de la casa.
Es importante darle al piso un buen soporte de piedra o recebo, mezcla de arena y balastro, de 15 a 20 centímetros de espesor, sobre el suelo mineral nivelado y bien apisonado. También se puede poner plástico sobre la piedra, para evitar que el concreto se filtre.
Las casas de “material” son aislantes al clima, seguras y duraderas. Sus cubiertas suelen ser de teja de barro, apoyadas sobre alfardas que soportan la tablilla o “cañabraba”, sobre la cual se puede tender un manto impermeable que evita las goteras. En este sistema no se necesita cielorraso.
Las fundaciones más seguras para evitar grietas en los muros y los pisos son de concreto reforzado, hachas con concreto estructural, piedras medianas y varillas de hierro a lo largo unidas con “estribos” o anillos de varillas más delgadas.
Sobre las fundaciones se pegan una o dos hiladas de bloque de concreto de buena calidad, sobre los cuales se coloca un manto impermeable, ubicado entre el piso interior y la superficie exterior.
Si la humedad es mucha, se recomienda rodear la casa con un filtro de piedra.
En Colombia, por la Ley 400, todas las construcciones deben ser reforzadas para lograr sismo resistencia. Quien va a construir debe consultar ante las oficinas de planeación de los municipios para obtener los permisos correspondientes.
