Todos los espacios de la finca deben ser productivos; esto incluye las cercas y las divisiones de potreros porque producen forraje para los animales en verano. Para que la cerca sea productiva se debe sembrar con matarratón, acacia leucaena, jobo, chachafruto, búcaro, cachimbo y guácimo.
Los árboles para forraje, combinados con árboles de sombrío, frutales, maderables —para cercos o para leña—, palmas y guaduas aumentan la diversidad y productividad de la finca.
Las cercas vivas sirven de barrera para proteger del viento a los galpones y corrales, dividen los terrenos y establecen linderos seguros cuando se siembran plantas espinosas como limón zwinglia, cactus o cardones, pitahayas, fique o tunas, junto con plantas de flores de diferentes colores.