Pintar el exterior o el interior de la casa, sus puertas, ventanas y muebles da alegría y colorido, y ayuda al mantenimiento. Antes de pintar es importante conocer qué tipo de pintura se debe usar según la pared: si es de ladrillo, tapia o madera, o si es para un muro exterior o interior.
Pintura diluíble en agua, con alto cubrimiento, fácil aplicación, secado rápido y lavable a los 30 días. Se aplica con brocha, y se deben dar 2 o 3 manos; la segunda mano se puede aplicar 2 horas después de la primera.
Pintura acrílica de mayor resistencia. Se usa para fachadas y muros expuestos al sol, al agua y al viento.
Pinturas para zócalos y muebles de madera como puertas, ventanas y objetos metálicos, como rejas y pasamanos. Son de alta resistencia al exterior, no se cuartean o desprenden. Se aplican con brocha, y la segunda y tercera mano se da a las 4 o 6 horas de la anterior.
Mezcla de cal y agua usada para paredes de tapia y bahareque. Se puede adicionar color mineral. Se aplica con estopa y no con brocha, y se deben dar dos o tres manos dejándolas secar antes de aplicar la siguiente. Para que dure y quede firme se le puede adicionar Acronal (media botella por cada 5 kilos).
Cubra con cinta de enmascarar las cajas de electricidad y los marcos de las puertas y ventanas.
Si la pintura está vieja y tiene grumos, cuélela antes de echarla al balde.
Trabaje en áreas o tramos de 30 por 60 cm con brochazos suaves.
No aplique segunda o tercera mano hasta que no esté seca la anterior.
Una vez termine de pintar, las brochas usadas en pinturas de aceite (esmaltes, barnices y pintura a base de aceite) póngalas en thinner, y las usadas en pintura de agua (vinilos y cal) póngalas en agua, para que puedan ser usadas de nuevo.
Tape bien la pintura que sobra y póngala en un lugar fresco.