La cría de piscos o pavos es una gran opción para complementar sus ingresos o para degustar una sabrosa comida casera. Entre los numerosos beneficios de esta actividad está el control de enfermedades, puesto que los pavos comen insectos, mosquitos, garrapatas y moscas. A continuación, algunas cosas que usted necesita saber sobre la crianza de este popular animal.
Los piscos necesitan un sitio que se mantenga seco, fresco y protegido contra el frío de la noche, y con lugares altos como ramas de árboles para que puedan trepar. Las hembras prefieren construir sus propios nidos, pero se adaptan fácilmente a las casas que les hacemos los seres humanos. Estas son parecidas a un gallinero, pero un poco más grandes.
Durante el día pueden pastorear por la finca para buscar su alimento, pero se debe tener cuidado para que no dañen los cultivos.
Se alimentan de cereales enteros o germinados como maíz y arroz, al igual que de semillas secas, frutas, legumbres, hortalizas, restos de cocina, brotes de hojas, insectos y lombrices. Deben tener agua fresca todo el tiempo.
Entre los principales productos están su carne y sus huevos. El estiércol se utiliza para elaborar abonos y fertilizar los suelos.
Los machos alcanzan la madurez a los dos años de vida y las hembras a los tres. Estas ponen entre 8 y 15 huevos dos veces al año, que eclosionan a los 28 días de su postura. Los piscos pueden vivir hasta 15 años y se crían fácilmente en climas cálidos, templados y fríos.